24 marzo 2017

#HorizonteAntártida : La Aventura de la Ciencia . Distantcom : Los Alegres buceadores del bentos antártico .

Publicado por: 23 marzo, 2017 .

Especial para Efeverde, por @ValentinCarrera a bordo del Hespérides.- 


Imagen relacionada“Si nos cargamos la biodiversidad, nos cargamos también moléculas no descritas, potencialmente beneficiosas”, me explica Conxita Ávila, mientras inspecciona uno de sus botes de muestras, de espaldas a la cámara para no salir en las fotografías, de modo que retrato a otros miembros de su equipo, miembras diría aquí la ilustre exministra, porque es el único equipo fifty fifty chicos-chicas, y el único de los casi treinta proyectos de esta campaña dirigido por una mujer.

Cuando hablamos de igualdad, significa que la paridad rompa el techo de cristal y alcance los puestos de mando: una mujer (o dos si incluimos a la colombiana Rosa Acevedo) entre treinta IPs, investigadores principales, no es para echar cohetes. Queda dicho.
Había oído hablar de Conxita Ávila bastante antes de conocerla: cuando llegó, en enero, le precedía una fama contundente. El runrún que los periodistas estamos obligados a sintonizar traducía ecos de una mujer de carácter fuerte y muy catalana, dos virtudes que levantan ampollas en un mundo masculino y con sello estatal.

Pero la ciencia no tiene fronteras, como demuestra el proyecto DISTANTCOM que lidera Conxita Ávila en esta campaña, su novena en la Antártida, con investigadores de la Universidad de Barcelona. Uno de los equipos más jóvenes y dinámicos, y añadiré por mi cuenta alegres y divertidos, formado por Carlos Angulo, Rafael Martín, Joana Vicente, Blanca Figuerola, Joan Giménez, Elisenda Ballesté y Conxita Ávila. Biólogos y oceanógrafos enamorados del misterioso fondo submarino.


En ese fondo que los mortales solo podemos conocer a través de sus fotos y vídeos, habita todo un mundo vegetal y animal, infinitas comunidades de algas, erizos, estrellas, esponjas, corales, briozoos, moluscos: todos estos organismos forman el bentos, no tan popular como los pingüinos y las focas, pero imprescindible para la vida oceánica: el bentos es un eslabón clave en la cadena trófica, de modo que sin ese secreto conglomerado vegetal y animal, no habría krill ni pingüinos ni ballenas.


Durante su estancia en Isla Decepción, arropados por el trabajo formidable de los soldados de la Base Gabriel de Castilla, las buceadoras y buceadores de DISTANTCOM se sumergen cada día a 20 ó 25 metros de profundidad, con temperaturas de 0º a -2º, para tomar muestras de ese bentos marino, que inmediatamente son trasladadas para su estudio, en vivo, en el laboratorio húmedo instalado en la propia Base. El laboratorio helado, a temperatura ambiente, donde converso con Conxita Ávila, y donde Joan y Blanca me muestran sus experimentos con líquidos de colorines.

Tenemos cuatro líneas de investigación —explica la doctora Ávila— :

1) Ecología química, extraer productos naturales, estudiar su papel ecológico y su posible aplicación farmacológica, que puede derivar en alguna futura patente;
2) Biodiversidad y efectos del cambio climático en estas comunidades bentónicas;
3) Evolución y filogeografía: contribuir al mejor conocimiento de la distribución de las distintas especies;
4) Ecología trófica, cómo funciona la cadena alimenticia.

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#HorizonteAntártida: La Aventura de la Ciencia. Distantcom: Los alegres buceadores del bentos antártico