Capital Bolsa // Sabado, 21 de Febrero del 2015 .
Zeltia rompió a principios de febrero la estructura lateral que llevaba desarrollando más de un año. Esa perforación generó un fuerte movimiento al alza. En pocos más de dos meses el valor pasó de cotizar de los 2,50 euros a superar los 3,50 euros.
Creemos que esa pendiente de subida no es mantenible por lo que esperamos un proceso de consolidación/corrección que podría llevarle de nuevo hacia el techo de la estructura lateral mencionada (sobre los 3,11 euros).
Recomendaríamos tomar posiciones en las proximidades de los 3,15 euros.
Por lo Qué Hasta la Obtención de los Resultados Completos ... Más la Elaboración del Dossier ... Más la Evaluación de las Agencias ... Nos Podemos Ir al 2027 .
22 febrero 2015
El Tesoro invisible del oceáno . Los microbios marinos tienen aplicaciones médicas, industriales y cosméticas .
*.- La ONU intenta poner orden y frenar la biopiratería mientras crece el numero de patentes .
J. A. Aunión // Madrid // 22 FEB 2015 .
Los alucinantes misterios de las profundidades marinas han resultado ser mucho más pequeños que los calamares gigantes que imaginó Julio Verne. Muchísimo más. De hecho, son microbios los que esconden promesas de una riqueza incalculable. Sus genes, donde se han hallado ya secretos para combatir enfermedades o para hacer mejores biocombustibles, han desatado una carrera formidable en la que se entremezclan el afán científico, el desarrollo empresarial a través de patentes y los principios éticos que cuestionan el aprovechamiento privado de recursos colectivos.
Las posibilidades son brutales. Por ejemplo, si un científico millonario agarra su yate, se va al mar de los Sargazos, cerca de las Bermudas, y echa un tubo al agua para absorber, a bulto, una muestra de todo lo que haya, puede llegar a encontrar más de un millón de nuevos genes.
...
La empresa española PharmaMar, filial del grupo Zeltia, se dedica desde 1986 a buscar fármacos de origen marino contra el cáncer. Ellos cumplen al dedillo la legislación y solo buscan recursos genéticos (sobre todo en invertebrados, pero también en bacterias) en los países con los que previamente han firmado acuerdos, asegura la directora de I+D, Carmen Cuevas. Nunca en aguas internacionales, porque ese es un terreno pantanoso. “Yo quiero que se regule todo, hasta el último detalle, porque eso es lo que me va a permitir seguir investigando”, opina.
Todo el proceso empieza a unos 100 metros de profundidad, rodeado por una oscuridad total que solo rompen las luces frontales de los buceadores. “¡Como la de los mineros!”, exclama Cuevas. Hacen cinco o seis expediciones al año, recogen las muestras a mano y se centran en el llamado triángulo de la biodiversidad, entre los océanos Índico y Pacífico. Allí mismo, en los barcos, catalogan cada muestra y, si se trata de una especie nueva, la describen y la incorporan a su biblioteca.
Cocido contra el Cáncer .
En la sede de PharmaMar, en Colmenar Viejo (Madrid), a poco que uno espere unos minutos en el vestíbulo, verá pasar a alguien con una nevera de mano muy parecida a la que lleva cualquier turista a la playa. Pero en vez del bocadillo y la fanta, en este caso el contenido será hielo seco para conservar las muestras de organismos invertebrados marinos tomados en distintas partes del mundo con la esperanza de que sus células encierren secretos para combatir el cáncer.
Ya dentro del laboratorio, Carmen Cuevas, directora de I+D de la farmacéutica, explica su trabajo de “cocido”. Del guiso, se entiende. Igual que se cuecen todos los ingredientes (el pollo, el chorizo, la carne…) para hacer el caldo que contendrá la esencia de todos ellos, en su laboratorio cocinan con disolventes las muestras de los organismos marinos para obtener su esencia. Esta “sopita” se mezcla con células cancerígenas. Si las mata, se vuelve hacia atrás para ver cuál de los ingredientes (el chorizo o quizá la carne) es el que lo hace. Una vez aislada la sustancia correcta, llega la parte peliaguda: conseguir dibujar la estructura química para reproducirla sintéticamente. Sobre todo estudian seres invertebrados, pero también aprovechan las bacterias que les acompañan para exprimir hasta el final cada muestra que llega a sus manos.
Se hace difícil calibrar el entusiasmo con el que esta doctora en Química Orgánica, con 85 publicaciones científicas firmadas, habla de su trabajo. Pero lo cierto es que, desde unos inicios humildes, la empresa tiene más de 1.800 patentes concedidas o en fase de tramitación. El único fármaco que de momento tienen en el mercado, Yondelis, les reportó 73 millones de euros en 2013, está a punto de comercializarse en EE UU y Japón y es uno de los grandes motores del grupo Zeltia, cuya acción vale en Bolsa tres veces más que en 2012.
Yondelis es un medicamento contra el cáncer de ovario y el sarcoma de tejidos blandos (común en la cabeza, el cuello, los brazos, las piernas, el tronco y el abdomen) que nació de un animal marino invertebrado sin cabeza diferenciada; su nombre es Ecteinascidia turbinata y vive en aguas caribeñas.
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Un Hijo con Cáncer .
*.- Los padres reciben la información imprescindible para resolver las crisis y actuar ante una urgencia
*.- El 70% de los 250 menores a los que cada año se diagnostica un tumor en Catalunya se curan .
ÀNGELS GALLARDO / BARCELONA
Domingo, 22 de febrero del 2015
Sergio juega en la Casa dels Xuklis, de Barcelona, domicilio de su familia mientras dura el tratamiento.
Saben que si su hijo, con un diagnóstico de cáncer, supera los 38 grados de fiebre a media noche han de salir corriendo en dirección al hospital, porque el niño sufre neutropenia activa, una peligrosa pérdida de neutrófilos que le impide defenderse de la infección por la que le está subiendo la temperatura. Saben también que si son solo unas décimas, pero el pequeño no come y está pálido, posiblemente esté anémico y conviene telefonear al oncólogo para explicárselo, aunque sin tanta prisa. Conocen todo lo imprescindible para actuar de inmediato. El diagnóstico de cáncer a un niño de 15, 10, 5 años, o incluso 3 meses, transforma la vida de sus padres y...
*.- El 70% de los 250 menores a los que cada año se diagnostica un tumor en Catalunya se curan .
ÀNGELS GALLARDO / BARCELONA
Domingo, 22 de febrero del 2015
Sergio juega en la Casa dels Xuklis, de Barcelona, domicilio de su familia mientras dura el tratamiento.
Saben que si su hijo, con un diagnóstico de cáncer, supera los 38 grados de fiebre a media noche han de salir corriendo en dirección al hospital, porque el niño sufre neutropenia activa, una peligrosa pérdida de neutrófilos que le impide defenderse de la infección por la que le está subiendo la temperatura. Saben también que si son solo unas décimas, pero el pequeño no come y está pálido, posiblemente esté anémico y conviene telefonear al oncólogo para explicárselo, aunque sin tanta prisa. Conocen todo lo imprescindible para actuar de inmediato. El diagnóstico de cáncer a un niño de 15, 10, 5 años, o incluso 3 meses, transforma la vida de sus padres y...
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