Vaishnavi Gullapally June 8, 2015
Mesothelioma: Standard of care treatment for malignant pleural mesothelioma may be changing soon, based on discussions last week at the American Society of Clinical Oncology (ASCO) annual meeting in Chicago.
New Treatment for Mesothelioma:
Bevacizumab, a drug that restricts the growth of new blood vessels within tumors, should be added to the standard pemetrexed and cisplatin chemotherapy regimen, according to multiple doctors who attended the conference.
The drug, also known by its brand name Avastin and manufactured by Genentech, Inc., already is used regularly for colorectal cancers and some types of lung cancer. Its first FDA approval was in 2004 for metastatic colon cancer.
“It provides a significantly longer survival in patients with MPM, with acceptable toxicity, making this triplet a new treatment paradigm,” wrote Dr. Gerald Zalcman, of the French Cooperative Thoracic Intergroup, in the abstract he presented at the 2015 ASCO meeting.
The median overall survival for those getting the bevacizumab was 18.6 months, compared to 16.1 months for those without it. The median progression-free survival was 9.6 months for the bevacizumab group, but only 7.5 months for the group without it.
Of those getting the bevacizumab, 45 patients lived longer than 30 months. Only 36 with just the standard chemotherapy survived as long.
Dr. Natasha Leighi, from Prince Margaret Cancer Centre in Toronto, called the study’s results “practice-changing” during a discussion at ASCO.
“Demand for a new standard of care will exist irrespective of the cost,” said Dr. Anna Nowak, of Sir Charles Gairdner Hospital in Perth, Australia. “It may be a new standard of care for some, and not for others.”
Leigh said it could “cause financial toxicity.”
The current use of bevacizumab with other cancers is restricted by cost-benefit calculations used by some health insurance plans and by countries with national health care systems. Estimated monthly costs are $8,000-$10,000.
Dr. Raffit Hassan, mesothelioma specialist from the National Cancer Institute, detailed results of a phase I trial involving immunotherapy drug CRS-207 in combination with standard chemotherapy.
Disease control was obtained in 30 of the 32 trial participants. There was a partial response in 19 patients and stable disease in 11. CRS-207 is given by vaccination. The median duration of response was 5 months and median progression-free survival was 7.4 months.
Dr. Diego Cortinovis, San Gerardo Hospital in Monza, Italy, reported impressive results for the anti-tumor drug Trabectedin in a phase II study involving second-line treatment for sarcomatoid/biphasic mesothelioma. Trabectedin has been used effectively in soft-tissue sarcomas and for relapsed ovarian cancers.
Por lo Qué Hasta la Obtención de los Resultados Completos ... Más la Elaboración del Dossier ... Más la Evaluación de las Agencias ... Nos Podemos Ir al 2027 .
08 junio 2015
Día Mundial de los Océanos, Fuente de Vida .
8/06/2015 -
Los océanos son imprescindibles para la vida, por eso es importante que en un día como el de hoy recordemos los motivos por los que tenemos que cuidarlos tanto.
Este día mundial surge según Naciones Unidas "para recordar a todo el mundo el gran papel que los océanos juegan en nuestras vidas. Son los pulmones de nuestro planeta, que generan la mayoría del oxígeno que respiramos. Para informar a la opinión pública de las consecuencias que la actividad humana tiene para los océanos. Para poner en marcha un movimiento mundial ciudadano a favor de los océanos. Para movilizar y unir a la población mundial entorno al objetivo de la gestión sostenible de los océanos. Son una fuente importante de alimentos y medicinas, y una parte esencial de la biosfera. Para celebrar juntos la belleza, la riqueza y el potencial de los océanos", recoge Knowi.
Desde el punto de vista de la Salud, el mar ya se ha demostrado que es fuente de nuevos fármacos, tal es así que ya hay disponibles medicamentos novedosos frente a enfermedades tan graves y determinantes como es el cáncer, en este sentido, una compañía española, PharmaMar perteneciente al Grupo Zeltia está haciendo un esfuerzo denodado desde hace 28 años por conseguir nuevos medicamentos que frenen el progreso de este complejo de enfermedades y mejoren el pronóstico y calidad de vida de los pacientes oncológicos.
Esta compañía biofarmacéutiva lleva a cabo un programa pionero de biotecnología marina para el descubrimiento de nuevos medicamentos contra el cáncer. El mar constituye su fuente para la investigación, y su gran biodiversidad sirve de modelo para el descubrimiento de fármacos innovadores con actividad antitumoral.
La vida comenzó en los océanos, de hecho, tres cuartas partes de la superficie terrestre están cubiertas por el mar e innumerables organismos, con una abundante biodiversidad, habitan las profundidades oceánicas. Existen las más diversas especies de invertebrados, fijos o sésiles, muchas de ellas con aspecto de plantas y otras dotadas de un movimiento lento, heredado de ancestros muy primitivos. La fascinante variedad de los organismos marinos ofrece grandes oportunidades para el descubrimiento de nuevos fármacos.
Durante millones de años, innumerables formas de vida marina han evolucionado para producir una inmensa variedad de entidades químicas de exclusiva sofisticación. Entre éstas se encuentran moléculas con actividades biológicas potentes, desarrolladas como una forma de defensa bioquímica para sobrevivir en un entorno extremadamente competitivo. La evolución ha definido y seleccionado diversas estrategias de supervivencia, defensa, ataque, adaptación y comunicación entre organismos marinos que componen un verdadero arsenal de moléculas (metabolitos) que podemos emplear en salud humana.
Ahora sabemos que los océanos contienen una biodiversidad muy superior a la de la Tierra aunque la exploración del mar desde el punto de vista de búsqueda de nuevos compuestos químicos apenas se ha iniciado, conociéndose en la actualidad únicamente alrededor de 20.000 productos naturales de origen marino con actividad biológica, es por ello que los expertos vaticinan que en un futuro relativamente próximo, el medio ambiente marino en todas sus manifestaciones llevará a la producción de nuevos tratamientos contra el cáncer y otras enfermedades.
Las esponjas fueron objeto de numerosos estudios tras el descubrimiento, en 1959, de que algunas de ellas producían sustancias con actividad antimicrobiana. Los investigadores no tardaron en descubrir que otros invertebrados, como los tunicados, las ascidias, los equinodermos, los briozoos, los corales y los moluscos producían sustancias similares. Biólogos y químicos de todo el mundo se lanzaron al estudio de los productos de origen marino, dando lugar a la eclosión de la bioprospección marina: la búsqueda de organismos acuáticos para la investigación y el desarrollo de nuevos productos terapéuticos. En la década de 1980, el descubrimiento de varios compuestos de origen marino capaces de inhibir el crecimiento de cultivos celulares estimuló el interés del sector farmacéutico.
El primer compuesto marino que fue objeto de ensayos clínicos de fase II en seres humanos fue la didemnina, aislada a partir del tunicado Trididemnum solidum. Los resultados mostraron una toxicidad elevada, por lo que fue abandonada como origen de un nuevo medicamento.
Yondelis fue el primer antitumoral de origen marino aprobado por la Unión Europea para el tratamiento del Sarcoma de Tejidos Blandos, en 2007, y para Cáncer de Ovario refractario, en 2009. Le sigue la eribulina, otro compuesto de origen marino que, bajo el auspicio del laboratorio japonés Eisai, ha conseguido la aprobación de la Comisión Europea para el tratamiento de mujeres con cáncer de mama metastásico o localmente avanzado que han recibido previamente, al menos, dos tratamientos de quimioterapia. Otras compañías farmacéuticas, como Novartis, Aventis, Eli Lilly, Inflazyme Abbott, Wyeth, y Taiho Pharmaceuticals Co, están poniendo a punto productos terapéuticos de origen marino.
"Lo mejor está por llegar y otros compuestos en diferentes fases de investigación aguardan. El mar es una fuente inagotable de compuestos químicos que la naturaleza nos brinda como solución a muchos de los grandes retos a los que se enfrentan las ciencias de la vida", ha comentado el gerente de Química Médica, I+D de PharmaMar, Simon Munt en un simposio reciente celebrado en La Toja sobre Productos Naturales de Origen Marino.
Los océanos son imprescindibles para la vida, por eso es importante que en un día como el de hoy recordemos los motivos por los que tenemos que cuidarlos tanto.
Este día mundial surge según Naciones Unidas "para recordar a todo el mundo el gran papel que los océanos juegan en nuestras vidas. Son los pulmones de nuestro planeta, que generan la mayoría del oxígeno que respiramos. Para informar a la opinión pública de las consecuencias que la actividad humana tiene para los océanos. Para poner en marcha un movimiento mundial ciudadano a favor de los océanos. Para movilizar y unir a la población mundial entorno al objetivo de la gestión sostenible de los océanos. Son una fuente importante de alimentos y medicinas, y una parte esencial de la biosfera. Para celebrar juntos la belleza, la riqueza y el potencial de los océanos", recoge Knowi.
Desde el punto de vista de la Salud, el mar ya se ha demostrado que es fuente de nuevos fármacos, tal es así que ya hay disponibles medicamentos novedosos frente a enfermedades tan graves y determinantes como es el cáncer, en este sentido, una compañía española, PharmaMar perteneciente al Grupo Zeltia está haciendo un esfuerzo denodado desde hace 28 años por conseguir nuevos medicamentos que frenen el progreso de este complejo de enfermedades y mejoren el pronóstico y calidad de vida de los pacientes oncológicos.
Esta compañía biofarmacéutiva lleva a cabo un programa pionero de biotecnología marina para el descubrimiento de nuevos medicamentos contra el cáncer. El mar constituye su fuente para la investigación, y su gran biodiversidad sirve de modelo para el descubrimiento de fármacos innovadores con actividad antitumoral.
La vida comenzó en los océanos, de hecho, tres cuartas partes de la superficie terrestre están cubiertas por el mar e innumerables organismos, con una abundante biodiversidad, habitan las profundidades oceánicas. Existen las más diversas especies de invertebrados, fijos o sésiles, muchas de ellas con aspecto de plantas y otras dotadas de un movimiento lento, heredado de ancestros muy primitivos. La fascinante variedad de los organismos marinos ofrece grandes oportunidades para el descubrimiento de nuevos fármacos.
Durante millones de años, innumerables formas de vida marina han evolucionado para producir una inmensa variedad de entidades químicas de exclusiva sofisticación. Entre éstas se encuentran moléculas con actividades biológicas potentes, desarrolladas como una forma de defensa bioquímica para sobrevivir en un entorno extremadamente competitivo. La evolución ha definido y seleccionado diversas estrategias de supervivencia, defensa, ataque, adaptación y comunicación entre organismos marinos que componen un verdadero arsenal de moléculas (metabolitos) que podemos emplear en salud humana.
Ahora sabemos que los océanos contienen una biodiversidad muy superior a la de la Tierra aunque la exploración del mar desde el punto de vista de búsqueda de nuevos compuestos químicos apenas se ha iniciado, conociéndose en la actualidad únicamente alrededor de 20.000 productos naturales de origen marino con actividad biológica, es por ello que los expertos vaticinan que en un futuro relativamente próximo, el medio ambiente marino en todas sus manifestaciones llevará a la producción de nuevos tratamientos contra el cáncer y otras enfermedades.
Las esponjas fueron objeto de numerosos estudios tras el descubrimiento, en 1959, de que algunas de ellas producían sustancias con actividad antimicrobiana. Los investigadores no tardaron en descubrir que otros invertebrados, como los tunicados, las ascidias, los equinodermos, los briozoos, los corales y los moluscos producían sustancias similares. Biólogos y químicos de todo el mundo se lanzaron al estudio de los productos de origen marino, dando lugar a la eclosión de la bioprospección marina: la búsqueda de organismos acuáticos para la investigación y el desarrollo de nuevos productos terapéuticos. En la década de 1980, el descubrimiento de varios compuestos de origen marino capaces de inhibir el crecimiento de cultivos celulares estimuló el interés del sector farmacéutico.
El primer compuesto marino que fue objeto de ensayos clínicos de fase II en seres humanos fue la didemnina, aislada a partir del tunicado Trididemnum solidum. Los resultados mostraron una toxicidad elevada, por lo que fue abandonada como origen de un nuevo medicamento.
Yondelis fue el primer antitumoral de origen marino aprobado por la Unión Europea para el tratamiento del Sarcoma de Tejidos Blandos, en 2007, y para Cáncer de Ovario refractario, en 2009. Le sigue la eribulina, otro compuesto de origen marino que, bajo el auspicio del laboratorio japonés Eisai, ha conseguido la aprobación de la Comisión Europea para el tratamiento de mujeres con cáncer de mama metastásico o localmente avanzado que han recibido previamente, al menos, dos tratamientos de quimioterapia. Otras compañías farmacéuticas, como Novartis, Aventis, Eli Lilly, Inflazyme Abbott, Wyeth, y Taiho Pharmaceuticals Co, están poniendo a punto productos terapéuticos de origen marino.
"Lo mejor está por llegar y otros compuestos en diferentes fases de investigación aguardan. El mar es una fuente inagotable de compuestos químicos que la naturaleza nos brinda como solución a muchos de los grandes retos a los que se enfrentan las ciencias de la vida", ha comentado el gerente de Química Médica, I+D de PharmaMar, Simon Munt en un simposio reciente celebrado en La Toja sobre Productos Naturales de Origen Marino.
Un 'kit de tests' predice la resistencia a la quimioterapia en cáncer de colon .
EFEFUTURO.- Oncólogos del Hospital del Mar de Barcelona han identificado cinco nuevas mutaciones genéticas del cáncer de colon que predicen si habrá resistencia al tratamiento quimioterápico más habitual.
El hallazgo de estas cinco nuevas mutaciones se suma a otra que ya fue descubierta por los mismos oncólogos en 2012, por lo que ya son seis las mutaciones descritas, que se pueden detectar gracias a un sencillo test que se incorporará durante este año a diferentes hospitales españoles para ayudar a los oncólogos a proveer el tratamiento más preciso y con mejores expectativas para cada caso.
El trabajo de los oncólogos del Hospital del Mar, que ha publicado la revista ‘ClinicalCancerResearch‘, destaca el valor de la biopsia líquida para monitorizar la evolución molecular del cáncer y diseñar las terapias según el resultado de cada paciente individual.
Las seis mutaciones identificadas sobre el gen EFGR (receptor del factor de crecimiento epidérmico) tienen mecanismos de resistencia al fármaco cetuximab, un anticuerpo monoclonal que se administra como tratamiento más habitual en los pacientes con cáncer de colon.
Según ha explicado el jefe de Servicio de Oncología del Hospital del Mar, Joan Albanell, estas mutaciones aparecen en el transcurso de la enfermedad y hacen que el paciente deje de responder a la quimioterapia y el tumor crezca porque las células encuentran rutas alternativas para proliferar.
Esta investigación también ha demostrado que los pacientes que presentan estas mutaciones, en cambio, pueden responder a otros fármacos disponibles como el panitunumab o el nuevo anticuerpo Sym004 (en fase clínica).
“Por lo tanto, conocer si el paciente presenta o no estas mutaciones determina la precisa elección y el éxito del tratamiento”, ha indicado Albanell.
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El hallazgo de estas cinco nuevas mutaciones se suma a otra que ya fue descubierta por los mismos oncólogos en 2012, por lo que ya son seis las mutaciones descritas, que se pueden detectar gracias a un sencillo test que se incorporará durante este año a diferentes hospitales españoles para ayudar a los oncólogos a proveer el tratamiento más preciso y con mejores expectativas para cada caso.
El trabajo de los oncólogos del Hospital del Mar, que ha publicado la revista ‘ClinicalCancerResearch‘, destaca el valor de la biopsia líquida para monitorizar la evolución molecular del cáncer y diseñar las terapias según el resultado de cada paciente individual.
Las seis mutaciones identificadas sobre el gen EFGR (receptor del factor de crecimiento epidérmico) tienen mecanismos de resistencia al fármaco cetuximab, un anticuerpo monoclonal que se administra como tratamiento más habitual en los pacientes con cáncer de colon.
Según ha explicado el jefe de Servicio de Oncología del Hospital del Mar, Joan Albanell, estas mutaciones aparecen en el transcurso de la enfermedad y hacen que el paciente deje de responder a la quimioterapia y el tumor crezca porque las células encuentran rutas alternativas para proliferar.
Esta investigación también ha demostrado que los pacientes que presentan estas mutaciones, en cambio, pueden responder a otros fármacos disponibles como el panitunumab o el nuevo anticuerpo Sym004 (en fase clínica).
“Por lo tanto, conocer si el paciente presenta o no estas mutaciones determina la precisa elección y el éxito del tratamiento”, ha indicado Albanell.
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«La farmacología contra el alzheimer ha fracasado por el momento» .
El doctor Félix Bermejo explica cómo avanzan las investigaciones sobre una de las enfermedades más temidas por los pacientes y por sus familiares .
DANIEL BAJO / WORD | SALAMANCA // 8 junio 2015 .
Félix Bermejo es neurólogo y psicólogo. Fue jefe de Neurología del hospital 12 de Octubre y presidente de la Sociedad Española de Neurología. Actualmente trabaja en el Centro de Investigación Biomédica en Red sobre Enfermedades Neurodegenerativas y hoy participa en el III Simposio Internacional sobre Alzheimer que organizan la Fundación General de la Universidad de Salamanca, la Fundación Reina Sofía y el Imserso.
– ¿Qué sabemos actualmente del alzheimer? ¿En qué momento están las investigaciones?
– El alzheimer es una enfermedad descubierta hace más de 100 años. Fue descrita por un patólogo alemán y ha habido muchas investigaciones acerca del alzheimer. Es un poco misteriosa. Actualmente no tiene tratamiento curativo. Hay medicamentos, pero no evitan el progreso de la enfermedad. Son paliativos. En los últimos 20-30 sí ha habido más avances. Hasta los años 60 pasaba desapercibida.
A principios del siglo XX la esperanza de vida era de 30 ó 40 años, pero en este contexto actual la demencia en general y el alzheimer en particular son un problema sanitario prioritario (así lo considera la Organización Mundial de la Salud).
En los 30 últimos años la investigación ha sido una constante, y aunque se han dedicado muchos estudios a analizarlo, aún hay muchos aspectos que no son bien conocidos. Se sabe que está ligada al envejecimiento. También que hay genes que la producen en formas iniciales cuando la persona es joven, entre los 50 y los 60 años, pero estos casos sólo representan un porcentaje mínimo de casos de alzheimer, quizá el 1%. En el 99% restante no hay una herencia clara y se piensa que hay muchos genes, quizá un centenar, y factores ambientales que favorecen su aparición. Hoy en día se ve que contrarrestar los factores de riesgo es una estrategia terapéutica importante, habida cuenta que la farmacología ha fracasado por el momento.
– ¿Cuáles son esos factores de riesgo que menciona?
– Hay factores de riesgo vasculares, como la obesidad, la diabetes, la hipertensión... los que producen arterioesclerosis. Son factores de riesgo, además por supuesto de la vejez y la genética.
– ¿No hay factores de protección, o medidas para evitar su aparición?
– El alzheimer es más común en gente sin educación, en gente sin tanta reserva cognitiva como podría tener alguien con un alto nivel educativo. También lo sufren con menos frecuencia personas que realizan actividad física cuando llegan a la mediana edad y la vejez y los que tienen actividad intelectual y social. Se cree, pero sin evidencias absolutas, que hay ciertos tipos de dietas como la mediterránea o la japonesa que favorecen que no aparezca la enfermedad.
– ¿Sólo podemos aspirar a protegernos?
– Hay autores que dicen que estas medidas no protegen, sino que retrasan la aparición, pero si se retarda cinco años se reduce la prevalencia de la enfermedad. No es igual tenerla a los 80 años que antes. El 75% de quienes la sufren tiene más de 80 u 85 años. Hay estudios que demuestran que hay tratamientos no farmacológicos que aumentan la calidad de vida de los pacientes y la de sus cuidadores. Se sigue investigando, y mucho, con fármacos, y hay generaciones de fármacos que producen una discreta mejoría de los síntomas, pero no pueden curar la enfermedad y sus efectos sólo duran un par de años. Y aunque se investigan muchas moléculas, estamos lejos de lograrlo. Actualmente no estamos en condiciones de tener una estrategia terapéutica que la cure, sino sólo de retrasarla y de paliarla. No parece que se comprendan todos los mecanismos de la enfermedad. No se conocen todos los genes y se sabe que hay factores de riesgo, pero no todos, igual que tampoco se conocen todos los de protección.
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DANIEL BAJO / WORD | SALAMANCA // 8 junio 2015 .
Félix Bermejo es neurólogo y psicólogo. Fue jefe de Neurología del hospital 12 de Octubre y presidente de la Sociedad Española de Neurología. Actualmente trabaja en el Centro de Investigación Biomédica en Red sobre Enfermedades Neurodegenerativas y hoy participa en el III Simposio Internacional sobre Alzheimer que organizan la Fundación General de la Universidad de Salamanca, la Fundación Reina Sofía y el Imserso.
– ¿Qué sabemos actualmente del alzheimer? ¿En qué momento están las investigaciones?
– El alzheimer es una enfermedad descubierta hace más de 100 años. Fue descrita por un patólogo alemán y ha habido muchas investigaciones acerca del alzheimer. Es un poco misteriosa. Actualmente no tiene tratamiento curativo. Hay medicamentos, pero no evitan el progreso de la enfermedad. Son paliativos. En los últimos 20-30 sí ha habido más avances. Hasta los años 60 pasaba desapercibida.
A principios del siglo XX la esperanza de vida era de 30 ó 40 años, pero en este contexto actual la demencia en general y el alzheimer en particular son un problema sanitario prioritario (así lo considera la Organización Mundial de la Salud).
En los 30 últimos años la investigación ha sido una constante, y aunque se han dedicado muchos estudios a analizarlo, aún hay muchos aspectos que no son bien conocidos. Se sabe que está ligada al envejecimiento. También que hay genes que la producen en formas iniciales cuando la persona es joven, entre los 50 y los 60 años, pero estos casos sólo representan un porcentaje mínimo de casos de alzheimer, quizá el 1%. En el 99% restante no hay una herencia clara y se piensa que hay muchos genes, quizá un centenar, y factores ambientales que favorecen su aparición. Hoy en día se ve que contrarrestar los factores de riesgo es una estrategia terapéutica importante, habida cuenta que la farmacología ha fracasado por el momento.
– ¿Cuáles son esos factores de riesgo que menciona?
– Hay factores de riesgo vasculares, como la obesidad, la diabetes, la hipertensión... los que producen arterioesclerosis. Son factores de riesgo, además por supuesto de la vejez y la genética.
– ¿No hay factores de protección, o medidas para evitar su aparición?
– El alzheimer es más común en gente sin educación, en gente sin tanta reserva cognitiva como podría tener alguien con un alto nivel educativo. También lo sufren con menos frecuencia personas que realizan actividad física cuando llegan a la mediana edad y la vejez y los que tienen actividad intelectual y social. Se cree, pero sin evidencias absolutas, que hay ciertos tipos de dietas como la mediterránea o la japonesa que favorecen que no aparezca la enfermedad.
– ¿Sólo podemos aspirar a protegernos?
– Hay autores que dicen que estas medidas no protegen, sino que retrasan la aparición, pero si se retarda cinco años se reduce la prevalencia de la enfermedad. No es igual tenerla a los 80 años que antes. El 75% de quienes la sufren tiene más de 80 u 85 años. Hay estudios que demuestran que hay tratamientos no farmacológicos que aumentan la calidad de vida de los pacientes y la de sus cuidadores. Se sigue investigando, y mucho, con fármacos, y hay generaciones de fármacos que producen una discreta mejoría de los síntomas, pero no pueden curar la enfermedad y sus efectos sólo duran un par de años. Y aunque se investigan muchas moléculas, estamos lejos de lograrlo. Actualmente no estamos en condiciones de tener una estrategia terapéutica que la cure, sino sólo de retrasarla y de paliarla. No parece que se comprendan todos los mecanismos de la enfermedad. No se conocen todos los genes y se sabe que hay factores de riesgo, pero no todos, igual que tampoco se conocen todos los de protección.
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