23 septiembre 2012

Sylentis ( Grupo Zeltia ) . Ana Isabel Jiménez : Detener el Ataque de la Enfermedad Matando al Mensajero .


Hasta ahora, gran parte de los medicamentos que tomamos son bombardeos químicos indiscriminados sobre nuestro organismo con muchos daños colaterales. A esto se debe, por ejemplo, el malestar que acompaña a veces la toma de antibióticos. Uno de los retos de la biotecnología es crear misiles teledirigidos que sean capaces de acabar con el mal sin dañar lo que se encuentra a su alrededor. Esto es lo que quiere hacer Sylentis, una compañía del grupo Zeltia. Su idea consiste en emplear la capacidad del ARN de interferencia, una molécula, descubierta en 1998, responsable de interrumpir determinados procesos celulares cuando ya no son necesarios.

Para crear todo lo que el cuerpo necesita, los genes producen proteínas, que son los elementos básicos de los que se compone la fábrica humana (y del resto de organismos). Cuando hace falta construir un brazo, lanzan mensajes para la producción de esos “ladrillos” con los que construir un brazo, pero cuando éste ya está completo, es esencial que alguien avise de que la célula no siga produciendo algo que ya no hace falta. Esa es la función del ARN de interferencia.


Sylentis está utilizando esta capacidad para detener la señal “errónea” de un gen que hace que se incremente la presión ocular y se produzca el glaucoma, un daño del nervio óptico. “Serían moléculas muy específicas para lo que quieren tratar”, explica Ana Isabel Jiménez, directora de I+D de Sylentis. “Una vez detectado el proceso que se quiere detener, se realiza un análisis informático para ver qué molécula de ARN de interferencia se puede adaptar mejor para hacerlo y después, con la serie de moléculas más afines propuestas por ese análisis, se prueba en el laboratorio cuál es la que mejor funciona en realidad”, explica Jiménez.

Después, el producto se aplicaría sobre el ojo en forma de gotas, con un tratamiento similar al que ahora se emplea contra el glaucoma, aunque contaría con alguna ventaja adicional. Al ser tan específico, quedaría fijado en el proceso celular que causa el glaucoma, incluso a través de cierta cantidad de divisiones celulares, con lo que una sola aplicación podría durar varias semanas. Este tipo de tratamientos, que podría estar disponible en 4 o 5 años, aunque muy específico y relativamente fácil de diseñar, solo funcionaría para enfermedades provocadas por un solo gen.


http://esmateria.com/2012/09/22/cinco-biotecnologias-que-pueden-cambiar-tu-vida/