14 abril 2016

Las bacterias intestinales podrían ayudar a prevenir el cáncer, según un estudio .

Bacteria de la salmonela en una placa de petriInvestigadores de Estados Unidos sugieren que podrían emplearse potencialmente para reducir el riesgo de algunos tipos de cáncer.

Europa Press. Madrid 13/04/2016 .

Investigadores han demostrado que varios tipos de bacterias intestinales podrían ser factores que causan y previenen la obesidad y otros trastornos y enfermedades. Ahora, un estudio de la Universidad de California-Los Ángeles (UCLA), en Estados Unidos, sugiere que también podrían potencialmente emplearse para reducir el riesgo de algunos tipos de cáncer.

La investigación, publicada en la edición digital de este miércoles de la revista 'Plos One', ofrece evidencia de que bacterias anti-inflamatorios intestinales "beneficiosas para la salud" pueden retrasar o detener el desarrollo de algunos tipos de cáncer.

En última instancia, los médicos podrían ser capaces de reducir el riesgo de una persona de padecer cáncer mediante el análisis de los niveles y tipos de bacterias intestinales en el cuerpo y luego prescribir probióticos para reemplazar o reforzar la cantidad de bacterias con propiedades anti-inflamatorias, apunta el autor principal del estudio, Robert Schiestl, profesor de Patología, Ciencias de la Salud Ambiental y Radiación Oncológica en UCLA. "No es invasivo y es bastante fácil de hacer", afirma.

Durante millones de años, las bacterias intestinales se han convertido en buenas y malas: las buenas tienen propiedades anti-inflamatorias y las malas promueven la inflamación. El cuerpo humano contiene típicamente alrededor de 10 billones de células bacterianas, en comparación con sólo 1 billón de células humanas.
Schiestl y sus colegas aislaron una bacteria llamada 'Lactobacillus johnsonii 456', que es la más abundante de las bacterias beneficiosas y que tiene algunas aplicaciones muy útiles fuera de la medicina. "Dado que es una cepa de 'Lactobacillus', hace yogur, kéfir, chucrut y Kombucha", señala.

En el estudio de la UCLA, la bacteria redujo el daño de genes y disminuyó significativamente la inflamación, un objetivo crítico porque la inflamación juega un papel clave en muchas enfermedades, incluyendo cáncer, patologías neurodegenerativas, enfermedades del corazón, artritis y lupus, y en el proceso de envejecimiento.

La investigación anterior dirigida por Schiestl presentó la primera evidencia de una relación entre la microbiota intestinal y la aparición de linfoma, un cáncer que se origina en el sistema inmunológico. El nuevo trabajo explica cómo esta microbiota podría retrasar la aparición de cáncer y sugiere que los suplementos probióticos podrían ayudar a evitar la formación de cáncer.

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