Redacción | |||
martes, 20 de diciembre de 2016 | |||
El grupo de investigación ‘Mecanismo de acción de moléculas con actividad biológica’ (MOABAC) es puntero en su ámbito. El coordinador, Federico Gago, habla de las principales líneas de investigación que desarrolla este grupo en la UAH.
-El grupo se llama ‘Mecanismo de acción de moléculas con actividad biológica’, ¿a qué se dedican ustedes?
-Una parte de los investigadores de mi grupo nos dedicamos al modelado molecular y simulación por
-Háblenos de la actividad que desarrolla el grupo -Desde su creación y formalización institucional, el grupo de investigación MOABAC ha trabajado en tres ámbitos bien diferenciados: cáncer, SIDA y leishmaniasis. Con respecto al cáncer, mantenemos desde el año 2000 una estrecha colaboración con PharmaMar, una empresa biotecnológica española líder en su campo, que desarrolla moléculas de origen marino para combatir ciertos tumores. Su 'buque insignia' es YondelisÒ, un medicamento aprobado en decenas de países para el tratamiento de sarcomas y otros tumores, pero hay varias moléculas muy interesantes en estudios clínicos avanzados. En cuanto al SIDA, llevamos décadas trabajando con la profesora Mª José Camarasa y sus colaboradoras del Instituto de Química Médica del CSIC, así como con el profesor Jan Balzarini de la KU Leuven (Bélgica) en la búsqueda de nuevos fármacos para frenar la proliferación del VIH. Las investigaciones en el área de la leishmaniasis son mayoritariamente responsabilidad del profesor Antonio Jiménez Ruiz. Se trata de una enfermedad que en España afecta principalmente a los perros pero que, en otros países, como Colombia o India, supone una importante causa de morbilidad y mortalidad en seres humanos, a los que provoca graves lesiones en la piel y desfiguraciones y, en casos más graves, leishmaniasis visceral, que puede producir la muerte. Se trata de una de las enfermedades consideradas ‘desatendidas’ por las compañías farmacéuticas, debido a que no se invierten fondos del mismo calibre que los dedicados a otras patologías, posiblemente porque afecta fundamentalmente a las capas más desfavorecidas de las sociedades humanas. En esta área de trabajo, el Gobierno de España nos financia un proyecto que consiste, entre otras cosas, en obtener proteínas muy purificadas de los parásitos Leishmania para cristalizarlas y elucidar su estructura tridimensional. Esta segunda parte la llevan a cabo especialistas del Instituto de Química-Física Rocasolano, también del CSIC, en el grupo liderado por el profesor Juan Antonio Hermoso. En estas últimas semanas, y creemos que -por primera vez en la historia de la UAH- hemos obtenido los primeros cristales de una proteína producida enteramente en laboratorios de nuestra universidad gracias al esfuerzo y dedicación de nuestros estudiantes. En la actualidad estamos intentando co-cristalizar esta proteína con algunas de las moléculas que hemos diseñado para que se unan a ella y puedan resultar efectivas para prevenir el crecimiento de los parásitos. Nuestro objetivo a medio plazo es optimizarlas para que lleguen a convertirse en fármacos útiles contra la enfermedad. La meta se ve todavía lejos, pero hemos iniciado ya la carrera y continuamos avanzando pasito a pasito. Para consolidar este progreso también necesitamos avanzar en aspectos de ciencia básica, tratando de entender mecanismos de acción de enzimas y procesos de reconocimiento molecular, así como desarrollando nuevas metodologías tanto experimentales como computacionales. -El futuro de la farmacología es completamente distinto al que conocemos… -El objetivo último de la terapia con fármacos es la terapia personalizada, porque no toda la población con una determinada patología responde de igual manera a un determinado fármaco, ni el mismo fármaco va a producir los mismos efectos en todos los pacientes. De igual modo que presentamos diferentes susceptibilidades a muchas enfermedades, con frecuencia observamos variaciones significativas en la terapia farmacológica. Si conseguimos predecir, fundamentalmente sobre la base de datos genómicos y proteómicos, cuál es el tratamiento óptimo para un determinado paciente las probabilidades de éxito aumentarán de forma notable. La prueba de concepto ya se ha conseguido en áreas como el cáncer, ya que el análisis y caracterización de las células tumorales nos proporcionan una valiosa información que sirve para mejorar el resultado del tratamiento de forma muy significativa. De todos modos, yo creo que deberíamos prestar mucha más atención a la prevención, porque muchas enfermedades que se están produciendo en el primer mundo se podrían evitar. No tiene mucho sentido que gastemos miles de millones en fármacos para bajar los niveles de colesterol en la sangre si la mejor forma de prevenirlo es combinar una dieta saludable con una actividad física adecuada. Lo mismo podría decirse respecto al tabaquismo y la incidencia de cáncer de pulmón, laringe o vejiga -La repercusión social del grupo es evidente… -Entre otras cosas porque transferimos conocimiento a las empresas y a otros grupos de investigación nacionales e internacionales; también porque estamos especializados en algunas enfermedades para las que el desarrollo de nuevos fármacos no cuenta con una inversión suficiente. Aparte de esto, las herramientas computacionales que nosotros desarrollamos las ofrecemos de forma libre y gratuita a la comunidad científica y a los estudiantes interesados en progresar en este campo de la ciencia. La investigación tiene que ser colaborativa; la ‘independencia’ en la ciencia es un espejismo. |
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