03 junio 2016

Cavadas reconstruye el rostro a Samira Benhar con un tumor facial .



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La Paciente, con dos hijos, fue abandonada por su marido a causa del rechazo social y ahora busca fondos para volver a su país tras ser operada en Manises .

ARTURO CHECA // VALENCIA /// 1 junio 2016 .

Samira Benhar era una joven marroquí que sonreía con los labios pintados de carmín, que lucía su pelo en melena suelta y que miraba ilusionada a la vida. Hasta que una neurofibromatosis de tipo I se cruzó en su vida. Primero perdió la visión en un ojo como consecuencia del voraz tumor facial. Luego la tumefacción empezó a extenderse por el lado derecho de su rostro, hasta cubrir frente, ojo, mejilla y dejar sólo libre su oreja derecha. Y la vida de Samira, y su sonrisa, se nubló.

Quizás lo peor no fueron los problemas físicos, la pérdida de visión en un ojo o la afección a buena parte de la cara de la joven magrebí. Sin duda lo más ruin fue el rechazo social que empezó a padecer Samira y su hundimiento psicológico. La joven se atrincheró en casa sin apenas pisar la calle. Pero el peor enemigo estaba dentro. Su marido la abandonó y la dejó sola con sus dos hijos menores de edad.

Por fortuna, en el camino de Samira se cruzaron personas solidarias. La Fundación Adra de ayuda humanitaria, presente en Marruecos desde hace más de una década y con delegación en el valenciano Camp de Morvedre, conocieron «la grave lesión» de Samira en 2012, como explican desde la propia entidad. La ong lo consideró inmediatamente «un caso de ayuda humanitaria» e iniciaron el camino más lógico: solicitar la colaboración del cirujano Pedro Cavadas, eminencia internacional en trasplantes y reconstrucciones morfológicas. Y así fue. La intervención para «reconstruir el rostro» de la joven se llevó a cabo en el Hospital de Manises por parte de Cavadas y su equipo, como explicaron desde el centro sanitario. La operación tuvo lugar hace unos meses y los protagonistas de la misma, entre ellas la propia Samira, explicarán los detalles mañana en rueda de prensa.

Apoyo del Centro Islámico

Aunque las dificultades para la joven no han terminado. Tras viajar hasta Valencia en comienzos de 2013, de la mano de la Fundación Adra, para pasar una primera consulta en manos del doctor Cavadas, el periplo sanitario de la joven magrebí se vio culminado con éxito. No obstante, desde Adra se siguieron recaudando fondos de manera solidaria para cubrir «anestesista, estancia hospitalaria, alquiler quirófano, UCI, medicación, analíticas y pruebas radiológicas», como indican desde la Fundación. El hombro solidario también lo arrimaron desde el Centro Islámico de Valencia. Venta de calendarios o cocinado de paellas para recaudar fondos para la afectada han sido algunas de sus iniciativas. Y es que, la pelea de Samira gira ahora en torno a cómo regresar a su hogar.

Allí le esperan sus dos hijos. La solidaridad ha llegado incluso desde Asturias, donde la dueña de un restaurante gallego, María Viñas, conoció la historia de lucha y superación de la joven y, tras visitarla en Valencia, organizó hasta un concierto benéfico, con queimada incluida, para financiar la vuelta a casa de Samira.

El sueño de Samira Benhar, una vez que la sonrisa ha vuelto a su rostro, es regresar a su hogar y montar un puesto de venta de ropa. En una entrevista emitida hace dos años en el canal árabe Chouf TV y colgada en internet, la joven pliega ropa en una humilde casa de muros desconchados y bombillas peladas en el techo. Muestra ante la cámara el tumor bajo su velo. Y una tristeza en el alma que hoy ha abandonado.