17 febrero 2015

Científicos descubren una nueva estrategia terapéutica para el cáncer de ovario .

16 de febrero de 2015 // Ep. Madrid.

El cáncer de ovario es el más mortal de todos los cánceres que afectan al sistema reproductivo femenino con muy pocos tratamientos eficaces disponibles. Ahora, investigadores del Instituto Wistar, en Filadelfia, Estados Unidos, han identificado una nueva diana terapéutica en una forma particularmente agresiva de cáncer de ovario, allanando el camino para lo que podría ser la primera terapia efectiva dirigida de su tipo para esta enfermedad. El cáncer de ovario se divide en cuatro subtipos histológicos diferentes, siendo uno de ellos el carcinoma de células claras, que afecta a aproximadamente entre el 5 y el 10 por ciento de las pacientes con cáncer de ovario estadounidenses y aproximadamente el 20 por ciento de los pacientes asiáticos. Aunque la mayoría de las afectadas con cáncer de ovario inicialmente responden bien a la atención estándar, la quimioterapia basada en platino, la tasa de respuesta entre las personas con el subtipo de células claras es típicamente baja y actualmente no existe una terapia eficaz para estos pacientes.

"Uno de los retos significativos con el tratamiento del cáncer de ovario es encontrar un objetivo adecuado que detenga eficazmente la progresión de la enfermedad de una manera personalizada que se base en la composición genética propia", señala el autor del estudio, Rugang Zhang, profesor asociado en el Programa de Regulación de la Expresión Genética de Wistar. "Con este estudio, hemos hecho justamente eso. Para los pacientes con este subtipo particular, este enfoque específico recién descubierto podría conducir eventualmente a la primera terapia eficaz dirigida", añade el líder del trabajo, cuyos hallazgos se detallan en un artículo publicado en la edición digital de la revista "Nature Medicine".

El equipo de Wistar comenzó analizando ARID1A, un remodelador de la cromatina que, cuando funciona normalmente, hace posible que la cromatina, una estructura celular que mantiene el ADN junto en nuestras células, se abra y permita que nuestras células reciban órdenes. Este proceso determina el comportamiento de nuestras células y evita que se conviertan en cancerosas. Sin embargo, estudios recientes han demostrado que ARID1A está mutado en más de 50 por ciento de los casos de carcinoma de células claras de ovario. De hecho, ARID1A tiene una de las tasas de mutación más altas entre todos los tipos de cáncer humano, pero, hasta la fecha, no se han descrito terapias diseñadas para dirigirse a esta mutación común. Los investigadores estaban interesados en la relación entre ARID1A y EZH2, una enzima que promueve la compactación del ADN. Cuando esto sucede, el resultado es una pérdida de la expresión de los genes en las regiones compactadas, evitando así la transcripción del ADN en proteínas que combaten los tumores en nuestro organismo. Aunque está presente en las células normales para mantener un equilibrio en la transcripción, una sobreabundancia de EZH2 se ha asociado con la progresión de diferentes tipos de cáncer, incluyendo el carcinoma de células claras de ovario.

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