25 noviembre 2017

Cáncer de Pulmón: las nuevas terapias ya suman años de vida .

* El hallazgo de los biomarcadores en este tumor permite diseñar fármacos específicos que elevan la supervivencia de los pacientes con buena calidad de vida.

* El reto está en frenar el aumento de los casos en las mujeres, casi un 5% al año, frente al descenso en hombres .

Pilar Pérez.

Esperanza. Frente a la oscuridad en la que han vivido los pacientes con cáncer de pulmón, hoy se abren muchas ventanas que comienzan a dar luz a sus vidas. Pese a que hoy todavía este tumor mata a más de 20.000 personas al año, ya empiezan a ser muchas las que en vez de sumar días a su calendario, apuntan meses e incluso años. «No podemos aún hablar de curación en un corto plazo de tiempo, pero sí empezamos a tener largos supervivientes. Esto es un cambio significativo», apunta Santiago Ponce, de la Unidad de Investigación Clínica en Cáncer de Pulmón del Hospital Doce de Octubre de Madrid y miembro de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Esta dramática metamorfosis de paradigma es gracias al descubrimiento de los biomarcadores y el desarrollo de terapias dirigidas, «hoy tenemos pacientes en los que hemos descubierto mutaciones específicas que son tratables con un fármaco concreto. Aunque cada una de ella constituya un pequeño porcentaje, en total podemos hablar de un 20% nada desdeñable», destaca Mariano Provencio, jefe del Servicio de Oncología del Hospital Puerta de Hierro de Madrid y presidente del Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GECP).

Todo esto hace posible «que los pacientes no te lleguen a la consulta con el hálito de que no hay nada que hacer», subraya Provencio. Aunque los médicos ponen el foco de luz sobre los nuevos tratamientos y todo lo que ello desencadena, también lo hacen sobre los desafíos que persisten: la deshabituación tabáquica y el desarrollo de un cribado coste-efectivo. «Resulta complicado el diseño de un mecanismo de ‘‘screening’’ poblacional concreto porque hasta un 40% de los tumores se encuentra en zonas de difícil acceso y se precisan técnicas más invasivas que un TAC –tomografía axial computerizada– de baja dosis», explica Federico Rojo, secretario de la Sociedad Española de Anatomía Patológica (SEAP). Cuando se discute sobre la posibilidad real de establecer este tipo de cribado, como en mama o colon, los expertos dejan claro que sería para un grupo de pacientes de mediana edad, entre 50 y 70 años, con unos 15 años de hábito intenso de tabaco a sus espaldas. Sin embargo, «no está claro que en España y Europa se pueda llevar a cabo, y serían más coste-efectivas otras medidas como la prevención del hábito y la financiación de la deshabituación tabáquica», denuncia el presidente de la GECP.

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