26 marzo 2017

PharmaMar Saca Pecho con el Mayor Esfuerzo Inversor en Investigación : Más de 90 Millones de euros en este 2017. Si las cosas salen bien, Disparará las Ventas de la Compañía por Encima de los 1.000 Millones de euros.


Resultado de imagen de pharmamarPharmamar Se Inyecta en Vena 90 Millones para Combatir el Cáncer con Tres Nuevos Fármacos .


1.200 Patentes y 20 Moléculas en distintas Fases de Desarrollo Clínico y Preclínico en los Laboratorios de Pharmamar en Colmenar Viejo (Madrid) .

Es la Firma del Mercado Español que más puede Subir en los Próximos doce meses. El consenso de mercado que recoge Fact Set marca su precio objetivo en los 4,952 euros por título; es decir, un 82 % más que su cotización actual.


M. SÍO  // VIGO / LA VOZ 26/03/2017 .

Yondelis es solo el principio. Tras el éxito de este medicamento para sarcoma de tejidos blandos -un tipo muy específico de cáncer- que ya se comercializa en 83 países, incluidos EE. UU. y Japón, Pharmamar va a por todas para ampliar su cartera de antitumorales de origen marino con tres nuevos fármacos en un plazo no superior a tres años.El reto es ambicioso, sobre todo para una compañía de muy bajo valor en bolsa en estos momentos (2,9 euros por acción) y bajo permanente amenaza de una oferta pública de adquisición (opa). Pero, lejos de amilanarse, el grupo de origen gallego saca pecho con el mayor esfuerzo inversor en investigación: más de 90 millones de euros en este 2017. Si las cosas salen bien, disparará las ventas de la compañía por encima de los 1.000 millones de euros.



Las más Grandes Expectativas de Futuro están puestas en la Molécula PM1183 para el Tratamiento del Cáncer de Ovario, que pretende entrar en el Mercado de EEUU por la Puerta Grande de la mano de una Biofarmacéutica Norteamericana con la que ya estarían en Conversaciones Muy Avanzadas.

 El año pasado, el grupo registró 24 millones de pérdidas, principalmente por la fuerte inversiones en I+D y la finalización del acuerdo de licencia con la farmacéutica Janssen. 

De cara a este ejercicio, la firma espera una vuelta a los beneficios, hasta los 7,4 millones. 

Una cantidad que se multiplicaría por 3,2 veces de cara al año siguiente.

1.200 patentes .

Con poco más de 600 millones de capitalización, la compañía que preside José María Fernández Sousa se ha convertido, a juicio de los analistas, en la firma del mercado español que más puede subir en los próximos doce meses. El consenso de mercado que recoge Fact Set marca su precio objetivo en los 4,952 euros por título; es decir, un 82 % más que su cotización actual.

El producto estrella del grupo es Yondelis, el primer medicamento de origen marino aprobado en Europa que se utiliza para el tratamiento del sarcoma y el cáncer de ovarios.


Pero la idea es que para el 2020 ya haya en el mercado tres compuestos para cinco o más indicaciones de diferentes tipos de cáncer: Yondelis, Aplidin y PM1183.


Con 76 años de historia en el sector, el grupo que encabeza Fernández Sousa (fundado en Vigo, en donde sigue la sede de su división química Zelnova Zeltia) es hoy una multinacional enfocada fundamentalmente a la biotecnología, que desarrolla y comercializa fármacos a partir de moléculas extraídas del fondo de los océanos para el tratamiento de enfermedades oncológicas.

El resultado de este trabajo se traduce en más de 1.200 patentes y 20 moléculas en distintas fases de desarrollo clínico y preclínico en los laboratorios de Pharmamar en Colmenar Viejo (Madrid) con muchas posibilidades de seguir el camino iniciado por Yondelis, Aplidin, PM1183 y la prometedora PM1184.



NeoVax . Catherine Wu impulsa un nuevo tratamiento personalizado que se está probando en personas con tumores de cerebro y melanoma .

Katherine Wu, investigadora del Instituto de Cáncer Dana-Farber, en Boston (EE UU).NUÑO DOMÍNGUEZ // Boston 24 MAR 2017 .

Katherine Wu, investigadora del Instituto de Cáncer Dana-Farber, en Boston (EE UU). DANA-FARBER .

“Ninguna persona responde al cáncer igual que otra”, dice la oncóloga y hematóloga Catherine Wu. Durante años, esta investigadora ha estudiado la respuesta de sus pacientes al trasplante de médula ósea para tratar sus leucemias. “Si te preguntas por qué algunos se curaron”, explica, “entiendes que es una reacción compleja que involucra a todas las ramas del sistema inmune, así que probablemente un tratamiento homogéneo, una especie de talla única para todos los pacientes, no va a funcionar”, asegura Wu en su despacho del Centro de Cáncer Dana-Farber, en Boston (EE UU).

La mujer que desarrolla la vacuna contra el cáncer El azar es la principal causa del cáncer
Wu está aplicando esa idea al desarrollo de una vacuna contra el cáncer o, mejor dicho, muchas vacunas contra muchos cánceres, tantas como pacientes. La nueva generación de fármacos de inmunoterapia se basan en espabilar al sistema inmune para que aprenda a identificar y eliminar las células tumorales. Wu busca la forma de que esa respuesta sea mucho más específica y que además funcione en todas las personas, no solo en una fracción de ellas, como sucede ahora.

“La gente ha trabajado en las vacunas del cáncer durante décadas, se ha puesto mucho esfuerzo y ha habido muy buenas ideas, pero no muchos resultados”, reconoce Wu. Dos avances recientes han devuelto la esperanza a este campo de investigación. El primero es la mejora de la tecnología para secuenciar el genoma completo del tumor de cada paciente, con lo que se conoce al detalle el perfil genético específico de su cáncer. También han mejorado mucho los algoritmos que predicen cómo una proteína concreta se unirá a la superficie de una célula, de forma que el sistema inmune pueda verla.

Hace cuatro años, Wu probó a tratar a pacientes con leucemia crónica con células tumorales desactivadas. Esa autovacuna reforzó la respuesta inmunitaria y ayudó a algunos pacientes a controlar el tumor. La nueva vacuna de Wu es una versión refinada que lleva solo “los ingredientes activos”, conocidos como neoantígenos “Son [proteínas] muy específicas del tumor y no se encuentran en tejidos normales, así que, de repente, tenemos una forma de identificarlos y podemos usar nuestra creatividad para ver cómo vamos a atacar a esos antígenos”, explica Wu. El problema es que los neoantígenos son muy diferentes de paciente a paciente, por lo que hay que hacer un tratamiento específico para cada uno.

La nueva vacuna, NeoVax, tiene dos componentes. El primero son péptidos desarrollados en base a los neoantígenos del tumor. Esos péptidos muestran los antígenos a las células del sistema inmune y estas aprenden a identificarlos y eliminar las células que los llevan en su superficie. El segundo componente es una secuencia de ARN que aumenta la respuesta inmune

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