02 noviembre 2013

Manel Esteller : " Mi familia no se ha librado del Cáncer " . " Es más fácil entender a las Células que a las Personas ", asegura . ( Post by Celtia ) .

Manel Esteller, la Brillante Mente que Lucha Contra el Cáncer .



*.- "Hoy podemos curar el 60% de los casos de Cáncer, y en 15 años lograremos el 85%" .


*.- La Investigación del Cáncer le debe mucho a la pasión de este Brillante Epigenetista Catalán .




NÚRIA NAVARRO / Barcelona

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-- ¿Por qué le interesó el cáncer? ¿Hubo algún afectado entre los suyos?

No al tomar la decisión. Desde el principio de la carrera opté por ser médico para investigar las enfermedades porque no estaba emocionalmente capacitado para ejercer de médico de las trincheras. Hoy podemos curar el 60% de los casos de cáncer, y en 15 años lograremos el 85%, pero cuando empecé solo se curaba el 35%. Ante enfermos oncológicos por los que no podía hacer nada, yo me veía incapaz de establacer la suficiente distancia. Aún me parece durísimo.

-- Antes ha dicho "no al tomar la decisión". ¿Ha tenido luego experiencias directas?

El cáncer es una enfermedad muy grave y muy frecuente. Uno de cada tres hombres y una de cada cuatro mujeres lo padecerán. Y mi familia no se ha librado. Mi madre ha tenido cáncer de mama. Un bisabuelo lo tuvo de riñón. Otro abuelo, leucemia. Un tío, un linfoma. Yo tengo un 30% de probabilidades de tener cáncer.

-- ¿Le deja dormir ese 30%?

No tengo ningún miedo por mí. Nunca me he hecho ningún test. Si vivimos continuamente preocupados por el cáncer no podemos disfrutar de la vida, y la vida es lo que es, unos pocos años. Yo prefiero concentrarme en investigar, en estar con mi familia y en ir de vez en cuando al Camp Nou. Veo a mucha gente que se preocupa excesivamente por la enfermedad antes de tenerla. Hay que pelear cuando la tienes.


-- Usted peleó por la epigenética cuando nadie creía en ella.

Cuando hace 15 años, en Baltimore, empezamos a demostrar que las alteraciones epigenéticas eran importantes para la patología humana, y especialmente para el cáncer, muchos nos ningunearon. En aquellos años, cuando ibas a un gran congreso médico y alguien hablaba de epigenética, la mayoría aprovechaba para ir al lavabo. Hoy las sesiones plenarias son las de epigenética. Y ya existen fármacos para la leucemia y los linfomas basados en ella. Son fármacos que reprograman las células tumorales, como un antivirus al virus del ordenador, y eliminan la metilación del ADN, es decir, las marcas químicas erróneas de la célula cancerosa.

-- Ahora le llueven premios. Pero ¿cómo encajó en aquella época el ninguneo?

A mí me parecía excitante entrar en una disciplina completamente nueva. Era como llegar a las Américas. Luego desembarcó gente que venía de la genética y de la bioquímica. Ahora que cada vez pasamos más tiempo buscando recursos para la investigación en vez de investigar, recuerdo esa sensación con cierta nostalgia. Aunque hace unos meses volví a sentir algo parecido. Descubrimos que hay unas células tumorales que mueren más fácilmente si se les da una sustancia que les quita el hambre (antimetabolito). Volví a sentirme en una nube.

-- ¿Cuántos de esos momentos ha vivido?

Unos 20, quizá.

-- ¿Recordamos alguno?

Uno de ellos fue en 1997, cuando encontré el primer gen que perdía la actividad por un mecanismo epigenético. Es decir, en vez de mutación, la primera alteración epigenética de un gen. Otro que recuerdo fue cuando demostramos que los gemelos genéticamente iguales eran epigenéticamente diferentes. Y una más, al ser consciente de que lo que había descubierto en 2000 había llegado a pacientes en 2005 y que, gracias a eso, recibían tratamientos diferentes.

-- Y en lo personal, ¿cuándo ha sentido que rozaba el cielo?

Cuando nació mi hijo, Marc, hace nueve años. Es lo mejor que he hecho. Él me recuerda cómo era yo. Inocente, flexible, con una gran plasticidad mental.

-- ¿Un epigenetista es sobreprotector por demás?

No soy nada obsesivo en eso. Está claro que hay que protegerle del tabaco y las drogas.

-- Que usted ni ha probado, claro.

Y mejor, porque tengo una personalidad adictiva. No puedo probar ninguna cosa de esas.

-- Tampoco puede permanecer más de cinco años en una plaza. Ya le tocaría volar.

Este último año he recibido tres ofertas muy buenas para marchar a Suiza y EE UU, países que aún invierten en investigación. Y he dicho que no a las tres. He hecho una apuesta de país, porque quería estar más tiempo en casa y porque quiero que Catalunya destaque como un país de investigación en biomedicina. Pero no soy tonto. Si un día aquí no puedo hacer una investigación digna, me marcharé.

-- Con la de recortes que hay, ya le veo haciendo las maletas.

Ignoro hacia dónde vamos, porque es más fácil entender a las células que a las personas. Pero sí sé que los políticos no deben tocar la investigación. Del presupuesto general, la partida es mínima: el 1,8%. Pero ese 1,8% es importantísimo. Entre otras cosas, para la imagen del país. Hay colegas de otros países que me preguntan si aún tenemos luz en los laboratorios. Esa pésima imagen provoca que lleguen menos recursos de fuera y que los descubrimientos no se difundan de forma global. Hay que mantener la búsqueda de la excelencia. La biomedicina es una marca de Barcelona, como Gaudí y el Barça.

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-- Ustedes construyen la medicina del futuro. ¿Cómo será en realidad?

Será una medicina cada vez más individualizada. Se analizará la enfermedad del paciente y habrá tratamientos a la carta. Será más precisa y menos intervencionista. Desde hace ocho años existen fármacos muy específicos contra algún tipo de leucemia o de tumores del estómago que no dejan calvo, ni provocan vómitos, ni diarrea.

-- Será una medicina más cara.

Depende de cómo se mire. Con la medicina clásica había que lidiar con los efectos secundarios. Eso aumentaba el gasto sanitario y el enfermo no regresaba al sistema. Ahora tú puedes tener un cáncer y, después de seis meses de tratamiento, volver a contribuir a la sociedad. Hay que explicar eso a los sectores económicos.

-- Los tests genéticos y epigenéticos pueden costar 200 euros.

Pero es que a lo mejor ahorran 20.000 euros al sistema sanitario, porque, si no dan positivo, no hará falta tratamiento. Y hay muchas pruebas que te dicen si un fármaco será efectivo o no, si es mejor una cirugía que la otra, si conviene un tratamiento u otro.

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AstraZeneca ha anunciado recientemente que MedImmune, su división global de investigación y desarrollo de productos biológicos, ha adquirido Spirogen, una compañía biotecnológica privada especializada en el desarrollo de Anticuerpos Conjugados para el tratamiento del Cáncer.

MedImmune también ha firmado un acuerdo de colaboración con ADC Therapeutics para desarrollar conjuntamente dos programas de anticuerpos conjugados de ADC Therapeutics en fase de desarrollo preclínico. MedImmune también va a adquirir un paquete de acciones de ADC Therapeutics, que actualmente tiene un acuerdo de licencias con Spirogen.

Los anticuerpos conjugados son productos clínicamente validados para el tratamiento del cáncer: son muy potentes y actúan muy específicamente sobre las células cancerosas. La tecnología de las pirrolobenzodiacepinas (PBD) patentada por Spirogen consiste en unir medicamentos citotóxicos muy potentes, también llamados “medicamentos inteligentes” o “medicamentos dirigidos”, a anticuerpos específicos para el cáncer utilizando compuestos químicos de unión o “linkers” biodegradables. Mediante esta técnica se optimiza la administración del fármaco anticanceroso porque éste solamente llega a las células tumorales, se consigue el mayor grado posible de mortalidad de las células tumorales y se reduce al mínimo la toxicidad para el paciente.

“Esta operación pone de manifiesto los enormes progresos conseguidos por nuestros científicos, sobre todo en los últimos dos años, en los que hemos aplicado nuestras tecnologías de “medicamentos dirigidos” y compuestos químicos de unión o “linkers” al desarrollo de anticuerpos conjugados específicos muy potentes. Creemos que estos conjugados basados en la tecnología de las pirrolobenzodiacepinas serán el componente esencial de la próxima generación de productos anticancerosos biológicos y supondrán un gran avance terapéutico tanto para los oncólogos como para sus pacientes. Esperamos con ilusión combinar nuestras técnicas de alta calidad en este campo con la capacidad de MedImmune para desarrollar esta muy interesante y prometedora clase de fármacos anticancerosos”, ha declarado el Dr. Chris Martin, consejero delegado de Spirogen.

Cada año más de 7 millones de personas fallecen a causa del cáncer en todo el mundo, y se calcula que en 2013 el número de muertes por este tipo de enfermedades alcanzará los 13 millones. La firme apuesta de AstraZeneca por la innovación en el área oncológica se materializa a través de múltiples investigaciones propias y diferentes adquisiciones y acuerdos que potencian esta cartera y comparten el objetivo de descubrir nuevos avances en este campo.

Recientemente, AstraZeneca ha culminado la adquisición de Amplimmune por parte de MedImmune, su división mundial para la investigación y el desarrollo de productos biológicos. Esta operación refuerza el desarrollo de tratamientos novedosos en inmunología del cáncer al incorporar valiosas inmunoterapias oncológicas en sus fases iniciales como AMP-514, un anticuerpo monoclonal anti-muerte celular programada 1 (PD-1). En la actualidad, AMP-514 está en las últimas fases de desarrollo preclínico con la intención de presentar la solicitud de producto en fase de investigación clínica antes de que acabe 2013. Entre los demás activos de Amplimmune se incluyen varias moléculas en fases preclínicas que actúan sobre las rutas de las moléculas B7.

MedImmune, con sus programas en fase clínica -tremelimumab, mOX40 mAb y MEDI-4736 (anti-PD-L1 mAb)- y su sólida cartera de productos en desarrollo está creando uno de los programas más completos en inmunoterapia oncológica.

Roche invertirá 647 millones en 5 años para producir Biofármacos .


La farmacéutica suiza Roche invertirá 800 millones de francos suizos (unos 647 millones de euros) en los próximos cinco años para aumentar su producción de medicamentos biológicos, lo que conllevará la ampliación de sus instalaciones en cinco de sus plantas y la creación de 500 nuevos empleos.

Estos medicamentos se fabricarán en sus centros de Penzberg (Alemania), Basilea (Suiza) y Vacaville y Oceanside (EEUU)...