05 agosto 2019

La inversión de capital riesgo en el sector biofarmacéutico europeo alcanza a la del estadounidense .

Diana Fresno .

Tradicionalmente, el sector farmacéutico norteamericano siempre ha sido el precursor de la industria a nivel internacional, tanto en avances farmacológicos, investigación, aprobación de medicamentos y financiación. Por otro lado, la cultura norteamericana siempre ha estado muy ligada a la inversión de capital riesgo o venture capital, destinada a financiar start-ups o empresas innovadoras que a pesar de su enorme potencial, conllevan mayor riesgo (como su propio nombre indica).

No obstante, durante los últimos años las start-ups europeas del sector biotecnológico y farmacéutico están comenzando a recibir cada vez más apoyo de este tipo de fondos, interesados por las oportunidades que pueden presentarles los nuevos fármacos que tienen en desarrollo.


Es la primera vez en varios años que el sector biotecnológico europeo alcanza al estadounidense en lo que se refiere a atraer capital privado

Teresa Macarulla. “Curar el cáncer es un ideal. Lo más cercano que hay es cronificarlo” .

Oncóloga. La investigadora del hospital Vall d’Hebron está abriendo puertas a los tratamientos personalizados en la lucha contra el cáncer de páncreas, el más letal de todos .

JESSICA MOUZO QUINTÁNS // 5 AGO 2019 .

Teresa Macarulla (Barcelona, 1974) acaba de participar en un ensayo clínico que ha arrojado luz al cáncer más letal, el de páncreas. La investigación, que se ha presentado este año en el congreso anual de la Sociedad Americana de Oncología Médica (ASCO) en Chicago, abre la puerta a la medicina personalizada en estos tumores tan agresivos. El estudio ha validado, por primera vez, un tratamiento teledirigido para un subgrupo de pacientes que tienen una mutación específica (en los genes BRCA) en este tipo de tumores: como terapia de mantenimiento tras la quimioterapia inicial, este fármaco mejora la supervivencia.

El cuartel general de la lucha contra el cáncer en el que trabaja Macarulla se levanta sobre la falda de Collserola, en Barcelona. Desde las trincheras de su despacho en el Vall d’Hebron Institut d’Oncologia, con la ciudad a sus pies y el Mediterráneo al fondo, la doctora Macarulla visita pacientes, repasa historias clínicas, busca becas para nuevos proyectos y prepara ensayos. Siempre hay algo que hacer. Máxime cuando su especialidad, los tumores gastrointestinales, aglutina algunas de las neoplasias con peor pronóstico y los recursos para investigarlas escasean. Con todo, el cáncer no se para y la oncóloga tampoco puede hacerlo, admite. La montaña y la Iglesia son sus puntos de recarga. ...