19 noviembre 2016

Controversia entre los expertos en Alzheimer por el anuncio de la Lotería .

Mientras las asociaciones ven en el emotivo spot una oportunidad para concienciar, los especialistas creen que el 'engaño orquestado' perjudica .

17.11.2016 // 

El nuevo anuncio de la Lotería de Navidad vuelve a destilar emotividad y esta vez cierta polémica sobre el trato que deben recibir los enfermos de Alzheimer. Muestra cómo todo un pueblo se compincha para que su maestra, ya jubilada, siga creyendo que le ha tocado El Gordo, a pesar de que el sorteo se celebra al día siguiente.
La mujer se despista al ver en el telediario un avance de la Lotería y piensa que ya es 22 de diciembre, comprueba su boleto y los números coinciden. Ese despiste temporal es muy común en los enfermos de Alzheimer y demencias tipo Alzheimer, por lo que el sector se ha pronunciado sobre la forma en la que se visualiza la patología y se trata a la protagonista.

Por un lado, en la Asociación de Familiares de enfermos de Alzheimer de Salamanca (AFA) ven en el éxito del anuncio una oportunidad para sensibilizar a la sociedad sobre la enfermedad y, al encontrarse la mujer en la fase inicial, una ocasión perfecta para difundir cómo deben actuar las familias ante "despistes" de este tipo: acudir al médico para que valore la posibilidad de un deterioro cognitivo. "Este anuncio nos abre una puerta más para que la gente se sensibilice sobre un problema más serio de lo que nos imaginamos", declara la presidenta Magdalena Hernández Mediero.

Pero lo que para unos son parabienes, para otros no muestra la reacción más aconsejable ante un enfermo de este tipo. Seguir el juego y perpetuar en el error a un paciente que prácticamente acaba de debutar en este tipo de demencias es una grave equivocación, al menos para el jefe de Neurología del Hospital de Salamanca, José María Gutiérrez. Aconseja que ante estos primeros despistes el entorno del enfermo, lejos de compincharse para ocultarle la realidad, tiene que ponerle los pies en el suelo. Debe sacar al paciente de su error en esas primeras fases de la enfermedad para que se ajuste a la realidad lo máximo posible. Avanzada la patología, ya es harina de otro costal.