Francia calcula que el 13% de sus vides ya son improductivas, con pérdidas de 1.000 millones de eurosLos técnicos dan la voz de alarma: entre el 10 y el 20 por ciento de las vides riojanas podrían estar muriéndose .
ALBERTO GIL // LOgroño /// 21 Marzo 2016 .
La ciencia ha multiplicado por tres en los últimos dos siglos la esperanza de vida en España. Sin embargo, todo lo contrario le está sucediendo al viñedo, que, de vivir 200 años en 1850, ha pasado a apenas resistir una treintena. La voz de alarma es ya un clamor entre técnicos de viticultura, bodegueros y profesionales de la enología. El viñedo se muere. Lasenfermedades de la madera están provocando la marchitez prematura en las cepas de todo el mundo, lo que, unido a la presión de la rentabilidad del cultivo a corto plazo, han causado esta espectacular curva descendente de la esperanza de vida de la vid.
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Rioja no es ajena a este letal proceso.Julián Palacios, ingeniero agrónomo, pregunta al cronista y al fotógrafo: «¿A dónde vamos?; hacia Rioja Baja, Rioja Alta o Alavesa». «Las enfermedades de la madera están por todos lados, en casi todas las plantaciones». El vehículo para en una finca de Fuenmayor, al lado de la carretera. Julián agarra sus tenazas de poda y, al azar, corta un brazo de una cepa: ahí están los hongos. Por media sección del corte (más oscura e incluso ennegrecida) no circula la savia. La cepa, de unos 30 años de edad, ya no tiene salvación porque la yesca y la eutipiosis (dos de las enfermedades de la madera) han llegado al tronco principal: «El problema es que son hongos, que se transmiten de cepa a cepa y están ahí; cuando podamos abrimos nuevas heridas y los principales son puntos de entrada», explica Julián Palacios.
Las denominaciones históricas, como Rioja, aún viven de las rentas del viñedo antiguo. Sin embargo, las cepas viejas han sido maltratadas por la globalización, por las ansias de rentabilidad a corto plazo e incluso por la presión administrativa de los planes de reestructuración europeos o las concentraciones parcelarias (que financiaron al 50% incomprensibles arranques). En Rioja queda apenas un 14% de viñedo de más de 40 años, que, entre otras cosas, responde mucho mejor a los hongos de la madera, pero llegará un momento en que esos viñedos morirán y no habrá relevo generacional: ¿pagará algún consumidor 40, 50 ó 100 euros por un vino de viñedos de 25 años de edad? Julián Palacios tiene claro que las enfermedades de la madera son el gran reto para la viticultura mundial: «Una denominación de origen de calidad no puede permitirse que sus viñedos vivan 25 años».