12 octubre 2015

Los Antioxidantes no funcionan contra el Cáncer ... sino que incluso pueden hacerlos crecer más deprisa .

borja robert /// 12 octubre 2015 .

En 2010, GSK detuvo un ensayo clínico masivo con el que pretendía demostrar las propiedades contra el cáncer del resveratrol, un antioxidante. La salud de los pacientes que lo recibieron empeoró lo suficiente como para justificar que se cancelase. Un tiempo después, la farmacéutica interrumpió definitivamente sus investigaciones sobre este compuesto, presente en la piel de las uvas, tras haberlo promocionado durante años como la molécula de la eterna juventud. Aumentaba la longevidad de gusanos intestinales, levaduras y moscas, pero las pruebas con humanos apuntaban a todo lo contrario.

Desde entonces, decenas de experimentos con otros antioxidantes han llegado a conclusiones parecidas. Y aunque todavía es pronto para dar una respuesta definitiva, cada vez son más las pruebas de que ni ayudan contra el envejecimiento ni contra los tumores y, probablemente, son perjudiciales para los enfermos de cáncer.

El último trabajo que refuta sus beneficios lo ha elaborado la Universidad de Gotemburgo (Suecia), que publicó sus resultados el viernes en la revista ‘Science Translational Medicine’. Es el segundo similar que presentan en dos años. «Ya hemos demostrado que los antioxidantes promueven el avance de los tumores cuando menos de dos formas diferentes», explicó Martin Bergö, líder de este estudio. Su última investigación analiza la interacción de estos suplementos dietéticos con el melanoma y han detectado que su consumo masivo multiplica por dos el avance de la metástasis en este tipo de tumor. En 2014, descubrieron que también aceleraban el crecimiento del cáncer de pulmón.

«Existen estudios que indican que los pacientes de cáncer tienen especial tendencia a consumir suplementos dietéticos que contienen antioxidantes», señaló Bergö. «Pero nuestros últimos trabajos, sumados a la información disponible de algunos ensayos clínicos de gran tamaño con antioxidantes, apuntan a que las personas que han sido recientemente diagnosticadas deberían evitarlos». Las contradicciones entre los resultados experimentales -que apuntan a que son perjudiciales- y la creencia popular -que los considera un suplemento dietético ideal- tienen al menos dos explicaciones. Una de precipitación científica y otra de engaño deliberado al consumidor, aún vigente, por un vericueto de la legislación.

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