Joaquim sufría un cáncer y era alérgico al único fármaco que podía curarle.
Ningún médico sabía por qué. Pero su hermano no paró hasta que resolvió el enigma.
Éste es el relato de su lucha. Su caso da esperanza a miles de pacientes.
Esther Paniagua /// 13/06/2016 .
Era el email más importante de su vida. Podía salvar a su hermano. Pero fue al lugar equivocado: la carpeta de spam. Había pasado una semana cuando se dio cuenta. ¿Era demasiado tarde? No lo sabía, pero como que se llamaba Andreu Veà que volvería a intentarlo.
«Mariana, necesito hablar urgentemente contigo», escribió. «Han desahuciado a mi hermano. Dicen que no pueden hacer nada por él»
El hermano desahuciado era Joaquim Veà. El primatólogo llevaba media vida viajando a selvas del mundo para observar diferentes modelos de comportamiento animal. Allí eran frecuentes las picaduras de garrapata, algo que no le había supuesto el mayor problema. Hasta ahora.
En 2014 le habían detectado un cáncer de laringe avanzado con metástasis. La única solución posible era aplicarle quimioterapia combinada con cetuximab, un anticuerpo monoclonal. Sin embargo, una grave alergia a este fármaco se lo impedía. «Supimos que era alérgico al ponerle la primera dosis. La reacción fue tan fuerte que estuvo a punto de morir», recuerda su hermano Andreu.
Los médicos no se lo explicaban. Lo que estaba claro era que tendrían que suspender el único tratamiento que podría parar el crecimiento del tumor de Joaquim y alargar su vida. Andreu no se resignaba y lanzó un mensaje de SOS a sus contactos. La genetista Gemma Marfany respondió a su llamada:
-Léete esto. Es un estudio sobre cómo desensibilizar alergias a medicamentos para personas con reacciones similares a la de tu hermano.
-¿Desensi... qué?
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