La trama dejó sin tratamiento a niños con cáncer .
Padres de niños con cáncer levantaron la liebre. No encontraban los fármacos recetados a sus hijos en las farmacias. A partir de ese momento, la Guardia Civil investigó lo que estaba ocurriendo y el destino de los medicamentos. Nacía la operación Noisa.
Tirando del hilo, los agentes, incluidos varios miembros enviados desde Madrid, llegaron el pasado 11 de noviembre hasta la farmacia Burgueño, ubicada en el número 66 de la ronda de Outeiro y a un almacén anexo, así como a otra botica en el número 34 de la calle Doutor Casares, en Monforte de Lemos, donde procedieron a un exhaustivo registro e incluso al precinto de los dispensarios.
Ese mismo día los guardias también procedieron a realizar varias detenciones: «Al menos once individuos tuvieron que pasar por la comisaria de la Guardia Civil de Lonzas», dijeron en aquel momento fuentes próximas a la investigación.
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