Para llegar a esta conclusión, los expertos de Harvard realizaron un estudio exhaustivo de hasta 32.000 hombres sanos (3.839 de los cuales fueron diagnosticados posteriormente de cáncer). A estos, se les pidió que contaran las veces que eyaculaban al mes y su frecuencia diaria. Posteriormente, se analizaron los datos por tramos de edad (desde los 20, a los 49 años) y se llegó a la conclusión de que los hombres que tenían un orgasmo al día habían reducido ell riesgo de padecer cáncer de próstata en un 22%.
Los resultados, que han sido considerados «particularmente alentadores» determinaron también que, contra más eyacula un hombre a lo largo de su vida, menos posibilidades tiene padecer este cáncer. Concretamente, los expertos consideran que el esperma ayuda a eliminar con regularidad las células viejas, más propensas a volverse cancerosas. Al parecer, y siempre según el estudio, esta práctica sería mucho más determinante que factores como la dieta, la cual se ha considerado en multitud de ocasiones como un elemento de gran importancia a la hora de combatir la dolencia.