Zeltia, la Montaña Rusa Bursátil y su Apuesta por la Venta de Medicamentos .
La Rentabilidad de su área de Biofarmacia Supera el 30% de la Facturación Total .
Marcos Celada / Diciembre 2014 .
Zeltia parece dispuesta a olvidar su particular montaña rusa, en la que la cotización se mueve a golpe de noticias sobre el avance de nuevos medicamentos o de las dificultades derivadas de la aprobación de su venta en distintas áreas geográficas. Una vez que su socio estadounidense Janssen Products (Johnson & Johnson Pharmaceutical Research & Development) haya decidido el pasado 25 de noviembre pedir la licencia para comercializar en EEUU el medicamento Yondelis, los acontecimientos se han precipitado y Zeltia ha anunciado el inicio del proceso de fusión con su filial biomédica PharmaMar para cotizar en el mercado estadounidense.
Sin duda, esta decisión dará más visibilidad a un valor que a pesar de que teóricamente tiene un free float muy alto, apenas ha movido en media durante muchos meses el 0,2% de su capital en cada sesión bursátil. La fusión significa también una decidida apuesta por el negocio de biofarmacia en detrimento de la química de gran consumo, cuyos márgenes son ahora mucho menores. Zeltia lleva desde 1996 sin repartir dividendo ordinario y en ese período solo ha repartido un extraordinario de un céntimo por acción en 2004.
La historia de Zeltia de los últimos años está muy marcada por la marcha de su división de biofarmacia. Ya en el año 2000, cuando absorbió el cien por cien de PharmaMar mediante una Operación de Venta (OPV) que se saldó con una puesta de largo de los títulos de Zeltia a un precio que hoy equivaldría a 15 euros por acción.
En el camino se ha dejado muchos pelos en la gatera, fundamentalmente por el desacoplamiento entre las expectativas de ventas de fármacos y la comercialización real de sus productos estrella, entre los que sin duda destaca el Yonndelis, un anticancerígeno que inicialmente fue ideado para luchar contra varios tpos de tumores y que ahora ha obtenido licencia solo para algunos de ellos.
Con todo, Zeltia logró entrar en beneficios en 2012 y a lo largo de 2013 logró dejar atrás rachas de cotizaciones que no lograban romper la barrera situada entre los 1,2 y 1,3 euros por título. Sus casi tres euros por acción de la última semana consolidan una tendencia con la que a lo largo de 2014 ha conseguido subir un 25% su cotización.
¿Tiene sentido este comportamiento de la acción de Zeltia? Y lo que es más importante, ¿tiene alguna perspectiva de seguir en el futuro inmediato sin más sustos adicionales? La decisión de fusionar Zeltia con PharmaMar, que si se quiere puede significar el segundo paso y definitivo después de aquella primigenia absorción de hace 14 años, no deja lugar a dudas: definitivamente Zeltia se cree capaz de ganar dinero con la industria biofarmacéutica. No renuncia a su otra pata del negocio, la química de gran consumo, pero deja claro al mercado que la biofarmacia pasa a ser el alma del grupo, ya que dejará de funcionar como una filial para convertirse en el corazón del negocio de la matriz. Su decisión de salir a cotizar en el mercado bursátil de EEUU también es considerado por los analistas como un signo de confianza en la marca por parte de los gestores de Zeltia.
Y las cifras, ¿qué dicen acerca de todo esto?
Las últimas cuentas disponibles, las de los nueve primeros meses de 2014, confirman la buena evolución del negocio de los medicamentos. Es verdad que algunos de ellos están todavía en fase de investigación y/o experimentación, lo que les convierte en unidades de gasto, ya que no ingresan nada pero detraen caja del grupo para financiar a los equipos de investigadores y pagar el coste de las pruebas de laboratorio y hospitalarias. En concreto, la inversión en I+D de PharmaMar entre enero y septiembre de 2014 ha ascendido a 37,1 millones de euros, que suponen el 31,7% de los ingresos totales del grupo Zeltia.
De este montante total, un 86% ha ido dedicado a financiar investigaciones de medicamentos contra el cáncer. Cuando esta elevada suma de costes de investigación no se ve recompensada por unos ingresos recurrentes el negocio entra en pérdidas, que es lo que le ha pasado durante años ala filial farmacéutica de Zeltia. Ahora, sin embargo, el sentido de la marcha ha cambiado.
Las ventas de productos biofarmacéuticos durante los nueve primeros meses del año han ascendido a 61,2 millones de euros, de los que 57,4 millones corresponden a PharmaMar y los 3,8 millones restantes proceden de Genómica, una filial que se dedica a la comercialización de productos para diagnóstico y para análisis de ADN. De hecho, la facturación de esta compañía se ha resentido en el período (en los nueve primeros meses de 2013 facturó 4,2 millones) debido a que no ha podido renovar el contrato de pruebas de ADN con el laboratorio de criminalística de la Guardia Civil y ha tenido que suplir la contingencia mediante un mayor esfuerzo comercial en Brasil.
Pero estos ingresos por ventas, sobre todo en el caso de PharmaMar, no es la única fuente de ingresos de los medicamentos que comercializa. Entre enero y septiembre, el negocio de biofarmacia ha recaudado otros 23 millones de euros en royalties. De ellos, 18,3 millones proceden del cobro por parte de PharmaMar de Janssen Products para potenciar el desarrollo de Yondelis en EEUU en pacientes con sarcoma de tejidos blandos y cáncer de ovario recurrente.
El resto corresponde al cobro de la parte correspondiente del acuerdo firmado en julio pasado por PharmaMar y la japonesa Chugai Pharma (participada por Merk) para comercializar otro medicamento, el Aplidin, para el tratamiento de mieloma múltiple, en ocho países europeos (Francia, Alemania, Reino Unido, Benelux, Irlanda y Austria). El pacto prevé un pago inicial de 5 millones de euros y otros adicionales, en función de objetivos comerciales, hasta un total de 30 millones.
Todo esto hace que el ingreso real de biofarmacia en los nueve primeros meses de 2014 haya sido de 84 millones de euros. La rentabilidad de este volumen de ingresos, medida por su beneficio de explotación (Ebiitda) asciende al 31,7%, lo que le asegura un buen nivel de beneficio y, lo que es primordial en este negocio, una holgada generación de tesorería para poder financiar los costes de I+D y los de marketing y comercialización. De hecho, a 30 de septiembre último, Zeltia tenía una posición de tesorería de 37,4 millones de euros frente a 32 millones de euros de créditos con entidades financieras.
Para los próximos meses y años, mientras PharmaMar pueda seguir explotando las licencias de sus moléculas, lo normal es que los ingresos de los medicamentos vayan en ascenso, tanto por las ventas (Zeltia prevé que el mercado de sus productos oncológicos se acerca a los 300 millones de euros anuales) como por los royalties comerciales.
No es de extrañar, pues, que haya decidido dar el paso de convertir al negocio farmacéutico en el alma mater del grupo y exponerlo a los niveles de exigencia de los mercados bursátiles estadounidenses en los que, por cierto, no se entendería muy bien que Zeltia, a través de PharmaMar, comercializara medicamentos de éxito en su territorio y estuviera ausente de los mercados renta variable.
Esta presencia, además, da la oportunidad de acceder también a la posibilidad de emitir títulos de renta fija si en algún momento necesita recursos adicionales para financiar nuevos productos farmacéuticos. Y todo ello sin dejar de lado al negocio ue durante muchos años ha servido de base para la supervivencia misma del grupo: la química de gran consumo, que ha mantenido niveles de ingresos recurrentes capaces de alimentar la caja y muchas de las investigaciones de su hermana farmacéutica, aunque no haya sido capaz de evitar las pérdidas consolidadas cuando el I+D se comía todos los recursos y no proporcionaba ingresos.
Quimica de gran consumo
En la parte de la química de gran consumo, integrada por las filiales Xylazel (dedicada a barnices y pinturas protectoras de la madera y del metal) y Zelnova y Copyr (dedicadas a insecticidas de uso doméstico, ambientadores y otros productos para el cuidado del hogar), los ingresos de los nueve primeros meses de 2014 han ascendido a 55,1 millones de euros que han dado como fruto un beneficio de explotación de 6,3 millones, lo que le otorga una rentabilidad del 11,4%. La cifra, que no está nada mal, está muy lejos del 31,7% de rentabilidad lograda por la parte farmacéutica de Zeltia.
Esta diferencia se explica por los diferentes márgenes comerciales, mucho más altos en los medicamentos sobre los que está vigente la patente, y por el gasto en marketing comercial que necesitan los productos de gran consumo para entrar en los circuitos de venta masiva. Desde el anuncio de la fusión de Zeltia con PharmaMar, el volumen de negociación de las acciones del grupo ha aumentado considerablemente. Si la media de las últimas 150 sesiones estaba en 511.000 acciones por sesión, equivalentes al 0,22% del capital, en la primera semana de diciembre han cambiado de manos 1,1 millones de títulos cada día, lo que supone doblar el volumen medio. En teoría, el free float de Zeltia se sitúa en más de dos tercios del capital, ya que el consejo de administración tiene el 26,8% de las acciones y para el resto no figuran en los registros de la CNMV participaciones superiores al 3% del capital.
Sin embargo, el escaso volumen de negociación puede ser motivo, según las fuentes consultadas por Capitalmadrid, de la apatía de los inversores minoritarios que esperan tiempos mejores y con mayor movimiento. La entrada en el mercado bursátil de EEUU y la previsible consolidación de las cuentas pueden ser motivos para la esperanza de estos minoritarios que si entraron en la OPV del año 2000 tienen ante sí un largo camino para recuperar su inversión y apenas han recibido dividendos.