La presencia de la bacteria Helicobactre pylori en el estómago ¿circunstancia que afecta a casi un 50% de la población occidental¿ no debería considerarse un accidente banal, ya que en un 2% de los casos la acción de este microorganismo conduce a un cáncer gástrico. Así lo indican dos estudios publicados en las revistas Internacional Journal of Cancer y American Journal of Gastroenterology , que ha coordinado la Unidad de Nutrición del Institut Català d¿Oncologia (ICO). Aunque el 80% de los infectados por la bacteria la eliminan espontáneamente, en un 15% de las ocasiones la Helicobacter pylori da lugar a una ulceración que en el citado 2% de los casos provoca un tumor maligno.
Los autores de las investigaciones, que ha coordinado el doctor Carlos Alberto González, del ICO, sugieren la necesidad de crear una escala de riesgo que detecte los casos más potencialmente graves. «Es preciso disponer de marcadores sanguíneos que indiquen quién forma parte de ese 2% de infectados por la H elicobacter que sufrirán cáncer», afirma González. Los investigadores han comprobado que los portadores de la bacteria que sufrían una lesión gástrica incial denominada metaplasia intestinal incompleta tienen un riesgo 12 veces superior de desarrollar cáncer. También han aislado dos genotipos de la Helicobacter susceptibles de generar el tumor.
Mas pronóstico
El cáncer de estómago es uno de los que tienen peor pronóstico entre los que afectan al ser humano. No causa síntomas hasta que está muy avanzado, y puede permanecer hasta 25 años en estado de crecimiento silencioso. Una vez provoca malestar, el tratamiento es poco eficaz. Un 23% de los afectados siguen vivos cinco años después de recibir terapia, unos fármacos inespecíficos dada la inexistencia de sustancias exclusivas contra estos tumores.
Todas estas razones motivan que los científicos propongan establecer pruebas que informen del tipo de bacteria Helicobacter que sufre cada individuo, una determinación sencilla y económicamente asumible. Los estudios del ICO corroboran la influencia de la alimentación en la aparición del cáncer gástrico, e indican que la dieta mediterránea --verdura, frutas, pescado, poca carne roja y aceite de oliva-- reducen en un 33% el riesgo de padecer un tumor gástrico.