Almudena Martínez-Bordiú // 30 Abril, 2017 .
Es la historia de una madre coraje y su hijo Nolan, que con tan sólo cuatro años falleció debido a un cáncer. Ambos lucharon durante años, pero la enfermedad terminó por ganarles la batalla. Sin embargo, detrás de todo el sufrimiento y el dolor hay una bella historia de amor maternal, el amor más hermoso de todos.
Es la historia de una madre coraje y su hijo Nolan, que con tan sólo cuatro años falleció debido a un cáncer. Ambos lucharon durante años, pero la enfermedad terminó por ganarles la batalla. Sin embargo, detrás de todo el sufrimiento y el dolor hay una bella historia de amor maternal, el amor más hermoso de todos.
“Mi hijo murió como un héroe”, cuenta esta madre ejemplar en su cuenta de Facebook, donde poco a poco ha ido publicando fotografías y pequeñas historias vividas junto a su hijo. Quizá la historia más conmovedora es la que mostramos a continuación, la última conversación que los dos tuvieron en la cama del hospital, momentos antes de que el pequeño falleciera:
“Dos meses. Dos meses desde que te abracé entre mis brazos, escuché lo mucho que me querías, besé aquellos ‘labios pastel’. Dos meses desde que nos acurrucamos. Dos meses de puro infierno absoluto.
He querido durante mucho tiempo escribir sobre los últimos días de Nolan. Su últimos días brillaron con lo increíble que es mi hijo. Qué hermoso. Cómo puede ser nada más que puro amor.
Cuando traje a Nolan al hospital por última vez sabía que algo malo ocurría, no se trataba de un episodio nuevo. Lo sabía, y lo más extraño es que creo que él también lo sabía. Llevaba sin comer ni beber nada durante días y vomitaba continuamente.
El día 1 de febrero nos sentamos con su equipo de médicos. Cuando su oncóloga hablo, vi el dolor en sus ojos. Ella siempre había sido honesta y había luchado con nosotros todo el tiempo, pero su TC mostraba grandes tumores que crecían aplastando los bronquios y el corazón. El rabdomiosacroma se había extendido como un reguero de pólvora. Explicó que el cáncer ya no era tratable, porque se había hecho resistente a todas las opciones de tratamiento que habíamos probado y que el plan sería mantenerlo cómodo mientras se iba deteriorando rápidamente”.
ras escuchar que su hijo se moría y que no había nada que hacer, Ruth se fue a la habitación con él. Nolan estaba sentado en “la silla roja de mamá” viendo vídeos de Youtube en su tablet. “Me senté con él y puse mi cabeza contra la suya y tuve la siguiente conversación”:
“Yo: ¿Te duele al respira, no es cierto?
Nolan: Buuuuueno… sí
Yo: ¿Tienes mucho dolor?
Nolan: (Mirando hacia abajo) Sí.
Yo: Este asunto del cáncer apesta. No tienes que luchar más.
Nolan: ¿No tengo que luchar más? (Con felicidad) ¡Pero lo haré por ti, mamá!
Yo: ¡No! ¿Es eso lo que estás haciendo? ¿Luchas por mamá?
Nolan: Bueno… sí
Yo: Nolan Ray, ¿cuál es el trabajo de mamá?
Nolan: ¡Mantenerme a salvo! (Con una gran sonrisa)
Yo: Cariño… Ya no puedo hacer eso aquí. La única manera en que puedo mantenerte a salvo es en el cielo. (Mi corazón hecho añicos).
Nolan: ¡Entonces, me iré al cielo y jugaré hasta que llegues! ¿Vendrás, no?
Yo: ¡Absolutamente! ¡No puedes deshacerte de mamá tan facilmente!
Nolan: ¡Gracias mamá! ¡Iré a jugar con Hunter, Brylee y Henry!”
Tras esta conversación, la mujer y el pequeño pudieron disfrutar de unas cuantas horas el uno del otro. En un momento en el que ella se fue al baño, Nolan dejó de respirar. Cuando la madre volvió corrió hacia su hijo, y éste despertó por un instante. “Mi Ángel tomó un respiro, abrió sus ojos, me sonrió y dijo: ¡Te amo mami!” Fue entonces cuando Nolan falleció con su madre cantándole al oído “Tú eres mi sol”.
La madre también ha querido compartir otros duros y conmovedores momentos junto a su hijo.
“Muestro una imagen para captar la atención de todo el mundo porque mi hijo estaba aterrorizado sin mi, incluso me acompañaba mientras me duchaba. Ahora soy yo la que tengo miedo a la ducha. Con nada más que una alfombra vacía donde antes hubo una vez un hermoso y perfecto niño pequeño esperando a su mamá”.