A. OTERO - @abc_saludMadrid - 11/01/2016 .
A día de hoy, el tratamiento de numerosas enfermedades pulmonares como el cáncer de pulmón o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) viene establecido por la administración de fármacos por vía inhalada. No en vano, esta vía permite que el fármaco se administre directamente en el pulmón y, por tanto, se logre un efecto terapéutico más rápido. El problema, sin embargo, es que las partículas que producen los inhaladores o aerosoles son demasiado grandes, lo que conlleva que la mayor parte del fármaco se deposite en las vías respiratorias altas –y, por tanto, no alcance el pulmón.
En definitiva, el tamaño importa. Entonces, ¿cuál sería la posible solución? Pues simplemente, consistiría en desarrollar fármacos de tamaño ínfimo: los denominados ‘nanofármacos’, cuyo tamaño no excede de los 100 nanómetros –un nanómetro (nm) equivale a una mil millonésima parte de un metro–. Y para ello, la Universidad de Harvard en Boston (EE.UU.) y la Universidad de Malaya en Kuala Lumpur (Malasia) han unido sus fuerzas y conocimientos para potenciar el desarrollo de la ‘nanomedicina’ y de sus ‘nanofármacos’.
Como destaca Zakri Abdul Hamid, asesor científico del Primer Ministro de Malasia, «la nanotecnología está logrando un impacto significativo en el cuidado de la salud no solo mediante la mejora del diagnóstico y seguimiento de las enfermedades, sino también al posibilitar nuevos enfoques en medicina regenerativa y administración de fármacos».
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