Mientras la batalla contra el COVID-19 se libra en todo el mundo, una pequeña Biotecnología Francesa tiene una posible solución para la guerra a largo plazo contra el virus y las mutaciones que se propagan rápidamente. La compañía Valneva tiene una vacuna que podría ser más resistente a las variantes, lo que le da una ventaja sobre otras en lo que puede ser una campaña anual contra una enfermedad que ya ha matado a más de tres millones de personas. El primer participante en sus ensayos de fase tres se probará esta semana. Si tiene éxito, eso podría dar lugar a una vacuna aprobada en el otoño.
La inyección de Valneva es la única candidata en ensayos clínicos en Europa que utiliza una tecnología de vacunas probadas, pues involucra una versión inactivada de todo el virus al que se dirige. Las vacunas inactivadas, un enfoque de hace un siglo adoptado para la gripe y la poliomielitis, toman una muestra de la enfermedad que ha muerto y la utilizan para estimular una respuesta inmunitaria sin crear una infección.
Con todas las demás vacunas COVID-19 en la región enfocadas en la proteína de pico del virus, la inyección podría proteger contra variantes que podrían comprometer a otras, convirtiéndola en el refuerzo perfecto.
La compañía ya tiene un acuerdo con el Reino Unido para suministrar hasta 190 millones de dosis. Kate Bingham, exdirectora del Grupo de Trabajo sobre Vacunas del Reino Unido, dice que si la vacuna tiene éxito, probablemente se utilizará como refuerzo de invierno para adultos mayores.