IMAGES BY ALCUBI . |
La crisis sanitaria ha hecho que la industria farmacéutica sea una de las que se haya mantenido a pleno rendimiento. PharmaMar desplegó con rapidez un programa de actuación que, lejos de ralentizar la carga de trabajo de la biofarmacéutica, le ha hecho mantener el pulso y, en algunas ocasiones, intensificar la actividad para adaptarse a la evolución de la situación, al tiempo que abría nuevas vías para luchar contra el Covid en varios frentes.
Con el confinamiento, PharmaMar implantó las medidas higiénicas y de distancia necesarias, realizó pruebas PCR y test serológicos a la plantilla (repetidos en sucesivas semanas) y envió a casa a todos aquellos empleados que podían teletrabajar, mientras que se reforzaba en otras áreas.
Así, en las pruebas de ensayos clínicos de nuevas moléculas que se podían monitorizar a distancia, se implantó el teletrabajo, mientras que la actividad se mantuvo inalterable en las áreas de producción, calidad y estrategia.
El teletrabajo permitió, además, el contacto permanente de los equipos de la compañía con la FDA americana, la reguladora del sector, para responder a sus preguntas de cara a la aprobación de Zepzelca, el fármaco desarrollado para cáncer de pulmón microcítico metastásico. El organismo autorizó este tratamiento en junio. Durante el confinamiento también se negociaron licencias de otro de sus antitumorales, Yondelis, para distintos mercados.
Pero PharmaMar puso el foco también en combatir el coronavirus. Ya antes de declararse el Covid-19 como pandemia por parte de la OMS y del estado de alarma, comenzó a testar algunos de sus antitumorales de origen marino para analizar la posibilidad de que alguno de ellos fuera efectivo para combatir el virus. Las pruebas apuntaron a Aplidin, un fármaco indicado para tratar el mieloma múltiple, como principal candidato para tratar a humanos.
Ensayos con Aplidin .
Los estudios in vitro de Aplidin para el coronavirus humano HCoV-229E -que tiene un mecanismo de multiplicación y propagación muy similar al Covid-19- realizados por científicos del Centro Nacional de Biotecnología del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ofrecieron "resultados positivos", lo que llevó al grupo a solicitar al Gobierno autorización para realizar ensayos clínicos en humanos.
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) dio luz verde en abril al inicio de estos ensayos en varios hospitales.
El presidente de PharmaMar, José María Fernández-Sousa, ha reiterado en varias ocasiones las "altas expectativas" que la biofarmacéutica tiene puestas en Aplidin y de que "entre a formar parte del arsenal terapéutico para tratar el coronavirus, ya que una vacuna podría demorarse entre 12 y 18 meses".
Está Molécula de origen marino cuenta con el respaldo de expertos como el doctor Luis Enjuanes, jefe del departamento de investigaciones científicas sobre el coronavirus del CSIC, y el reputado virólogo Alfonso García-Sastre, director del Instituto de Salud Global y Patógenos Emergentes del Hospital Monte Sinaí de Nueva York. También con el apoyo de los estudios del Instituto Pasteur y la farmacéutica Boryung, socio de PharmaMar en Corea del Sur.
La crisis sanitaria también está siendo uno de los momentos de mayor actividad de Genómica. La filial de diagnóstico molecular desarrolló un test PCR del Covid, que fue probado previamente por el Instituto de Salud Carlos III, que lo calificó como uno de los más específicos y fiables del mercado y que permite detectar asintomáticos días antes de aparecer los síntomas.
Producción.
Con la certificación de la Agencia Española del Medicamento, Genómica comenzó a fabricar los PCR en su planta de Madrid, de donde cada semana salen unas 20.000 unidades, con la flexibilidad de aumentar la producción si fuera necesario. España, encabezada por los pedidos de las comunidades autónomas para los hospitales, supone el grueso de los envíos, aunque también se dirigen a los más de 30 países a los que exporta Genómica.
Además, ha adquirido test rápidos a Corea del Sur, testados por el Carlos III y avalados por la Comunidad de Madrid. La primera partida, de 100.000 unidades, se vendió a empresas, hospitales y centros de diagnóstico y análisis clínicos.
Revalorización de la acción en Bolsa .
La acción de PharmaMar se revaloriza en Bolsa cerca de un 100% en lo que va de año, un crecimiento que se suma al 220% de 2019. A esta subida han contribuido las noticias relacionadas con el Covid.
La Biofarmacéutica anunciaba el 3 de marzo que uno de sus antitumorales de origen marino, Aplidin, había mostrado efectividad en los ensayos frente a otro coronavirus similar al Covid-19, lo que disparó ese día la cotización más de un 15%. El 22 de julio completó un 'contrasplit' (o agrupación de acciones), una operación aprobada en la junta de accionistas de junio, en la proporción de 12 acciones por una de nueva emisión. La acción de la biofarmacéutica ha pasado en un año de valer 2 euros a más de 100 euros (el 23 de julio superó los 126 euros, tras subir un 9%).
El hecho de que la capitalización se haya multiplicado por más de tres, desde los 450 millones de hace un año a los más de 1.780 millones de euros actuales, hizo que se hablara de PharmaMar como candidato a entrar, en la revisión del pasado junio, en el Ibex, al que finalmente se incorporó Almirall.
Según su presidente, José María Fernández-Sousa, "tenemos opciones para entrar en la próxima revisión de diciembre, por liquidez y capitalización, como candidato muy sólido".