Aida M. Pereda - 18 Enero 2016 .
/Para Natividad Herrera 2015 ha sido el peor año de su vida. En febrero, su hermano pequeño falleció de muerte súbita, y en septiembre, le detectaron un tumor en el pecho izquierdo. Por si esto no fuera poco, nueve días después de la intervención, recibió su carta de despido. «Me han echado a la calle por tener cáncer», se lamenta esta vecina de Bilbao de 48 años que trabajaba como cajera en un supermercado de Portugalete.
La empresa Itsasamai S.L., propietaria del DIA de la calle Correos, el centro de trabajo de Natividad, ha alegado «causas objetivas de índole económico y organizativo» para rescindir su contrato. No obstante, Íñigo Molina, abogado de la afectada, asegura que la decisión tomada por las dueñas de esta empresa «vulnera el derecho a la salud y a la propia integridad de la persona». Por tanto, solicitan ante los tribunales la consideración de su despido nulo, lo que obligaría a la empresa a readmitir a la trabajadora y a abonarle todas las nóminas no percibidas desde el momento en el que fue despedida.
El pasado 28 de diciembre, fecha en la que se realizó el acto de conciliación entre ambas partes en la delegación territorial de Bizkaia, Natividad no pudo asistir puesto que la cita coincidía con su sesión de quimioterapia. Su abogado acudió en su representación, pero no alcanzaron ningún tipo de acuerdo, puesto que el asesor de la empresa demandada esgrimió que, a pesar de haber comunicado su despido cuando la mujer estaba de baja, la decisión había sido tomada antes de conocer la delicada situación de salud en la que se encontraba.
Natividad no puede ocultar su incredulidad ante la argumentación de la empresa. «Lo han hecho en el peor momento posible», critica. «Presentan unas cuentas que han hecho ellos mismas y que remiten al año 2014 y además argumentan una necesidad organizativa por excedente de personal debido al cierre en junio del otro supermercado que tenían en Kabiezes, en el que yo ya no proporcionaba mis servicios desde hacía meses, pues fui trasladada a la tienda de Portugalete en febrero de 2015», cuenta la afectada.
En opinión de su letrado, «sus argumentos han sido claramente manipulados para disimular el motivo real por el que la han despedido, que es la discriminación hacia una trabajadora que por motivos de salud imperativos se ha visto obligada a estar en situación de incapacidad». Es por ello que pedirán responsabilidad moral a la empresa por despedir a una trabajadora cuando se encontraba de baja a causa de un cáncer. «No me esperaba para nada que me fueran a despedir y menos de esta forma tan ruin», cuenta dolida Natividad.
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