Rafael Esparza // Sábado, 28 de febrero de 2015 .
•.- Las compañías dejan atrás un año problemático gracias a su apuesta por la innovación y el mercado exterior.
•.- Todas ellas, menos Rovi, aumentan sus beneficios en dos dígitos en 2014 y especializadas en áreas.
•.- Zeltia quiere ‘conquistar’ EEUU y por ello se fusionará con su filial PharmaMar. Su arma, el antitumoral Yondelis.
•.- Faes Farma ha exportado un 22% más y logra un beneficio récord con medicamentos como la Bilastina.
•.- Almirall da la vuelta a su resultado gracias a AstraZeneca y a su división de dermatología, sobre todo en EEUU y Alemania.
Hay una constante que se repite en los resultados que han ido desgranado estos días las principales farmacéuticas españolas: su acierto para reponerse de un año problemático, 2014, con una apuesta clara, el mercado exterior. Este viernes ha comunicado sus resultados a la CNMV Faes Farma, ayer Zeltia, hace unos días Almirall, Rovi, Grifols. El esquema se repite: dar la vuelta al resultado, como en el caso de Almirall, gracias a un acuerdo con AstraZeneca, o directamente: superar y con creces los resultados del año anterior.
El caso más paradigmático en esta nueva apuesta es Zeltia. El grupo que preside José María Fernández Sousa-Faro (en la imagen) ganó 13 millones de euros netos, el 16% más, como señaló este jueves a la CNMV. El grupo aumentó sus ingresos un 8%, hasta 178 millones de euros, pero prácticamente la mitad de ellos (76,8 millones) proceden de su fármaco estrella contra el cáncer, el Yondelis. El medicamento, tomado de una especie marina, está aprobado en más de 70 países (30 de ellos europeos), pero no en EEUU, país en el que se concretará, como ya explicó Hispanidad, el gran salto adelante de Zeltia. Ese salto no es otro que la fusión con su filial oncológica PharmaMar como paso previo a la cotización del grupo en Estados Unidos. La empresa confirmó ayer jueves sus planes en ese sentido. Zeltia-PharmaMar controlará el resto de filiales que integran el grupo: Xylacel y Zelnova (que integran la división química, donde están el 47% de los ingresos consolidados), Genómica (3% de los ingresos) y Sylentis (división oftálmica, que todavía no genera ingresos).
El caso de Zeltia se repite de otro modo con Faes Farma, cuyos resultados se han conocido este viernes. El beneficio neto de la compañía fue de 25,3 millones de euros, el 12,1% más. Es el mejor resultado de su historia, como ha puesto de manifiesto la propia empresa. Pero la explicación de ese incremento está, por un lado, en el aumento de ventas en el extranjero (elevó sus exportaciones un 24%) y, por otro, en los ingresos, gracias a fármacos como el antihistaménico Bilastina. El fármaco ha sido desarrollado íntegramente por Faes Farma. Pero el esquema de negocio, en suma, es el mismo que en Zeltia: innovación (I+D+i) y negocio en el exterior.
Tanto Zeltia como Faes Farma recogen los frutos a su esfuerzo de su inversión en I+D en forma de ebitda. La empresa gallega con un aumento del 8%, hasta 25,7 millones, por la aportación especial del área de oncología, y la empresa catalana con un incremento del 16,6%, hasta 42,2 millones.
Con todo, en el mismo círculo que dibujan los resultados de estas dos compañías están también las otras compañías que han anunciado resultados. De Grifols nos hacíamos eco en Hispanidad al destacar como en el caso de esta empresa catalana el beneficio va por un lado (+36,1%) y el independentismo de su presidente, por otro. Grifols ganó 470,3 millones en 2014, récord, y superó por primera vez la barrera de los 1.000 millones en el ebitda (+21,1%). Y a renglón seguido destacábamos que el 90% de la facturación de Grifols proviene del exterior, especialmente EEUU y Canadá.
En la misma línea, otra compañía catalana, Almirall, consiguió en 2014 dar la vuelta a los resultados del año anterior, o lo que es lo mismo pasar a ganar 448,4 millones después de unos números rojos de 33,7 millones, aunque todo estaba, según la empresa, dentro de las previsiones. Es verdad que ese giro tan bestia tiene su explicación en el acuerdo estratégico con la británica AstraZaneca, que le aportó un beneficio extraordinario bruto de 546,1 millones de euros. No obstante, sin ese extra, el beneficio hubiera crecido un 31%, hasta 43,5 millones. Pero la explicación al buen año de Almirall es la misma que en las otras compañías: su principal motor ha sido la división de dermatología -con dos fármacos estrella, Constella y Sativex- que le aportado el 32% de las ventas y le ha permitido situarse en muy buena posición en deseado mercado de Estados Unidos y en Alemania.
Queda, por último, Rovi, cuyos resultados dio a conocer ayer jueves. La compañía ganó un 5%, hasta 21,1 millones, con un aumento del ebitda del 13%, hasta 36,6 millones. La explicación está en la comercialización de las últimas incorporaciones a su cartera de fármacos, pero juega también con la innovación y espera a la aprobación de su biosimilar de la enoxaprina