El mejor conocimiento de los tumores y de sus células permite desde hace años -en algunos tipos de cáncer- identificar qué pacientes serán más sensibles a una terapia u otra. Afinar la definición de estos grupos de enfermos mejorará el pronóstico y las tasas de supervivencia de esta enfermedad, y en eso trabajan muchos investigadores. El último marcador que perece ser útil para guiar el tratamiento acaba de ser presentado por científicos de la Universidad de Chicago (EEUU).
El equipo, comandado por Ralph Weichselbaum, director del Centro Ludwig de Investigación de Metástasis de la citada institución, determinó hace unos años la existencia de un estadio intermedio y potencialmente curable entre el cáncer localizado y aquel que se ha extendido por el organismo. A este fenómeno lo llamaron oligometástasis -un concepto que indica que el paciente presenta unas pocas metástasis de pequeño tamaño aunque no se utiliza en la oncología clínica- y en 2008 observaron que utilizando radioterapia localizada podían erradicar la enfermedad en el 20% de los casos.
"Demostramos que podíamos proporcionar una supervivencia a largo plazo libre de enfermedad en un porcentaje de pacientes con metástasis", explica Weichselbaum. "Esto significa que podemos saber de antemano a qué pacientes podemos ayudar. Aquellos que con mayor probabilidad no se van a beneficiar de un tratamiento localizado se pueden pasar a uno sistémico", añade.
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