QUIÉN les iba a decir a los asnos, esos pobres animales castigados durante décadas en las zonas rurales, que pasarían a ser apreciados por los beneficios que reportan a los enfermos de Alzheimer. Así se puso ayer de manifiesto en las jornadas del asno andaluz, en las que estuvo presente el delegado de Medio Ambiente en el Ayuntamiento de Córdoba, Francisco Cobos. Cuando una persona que padece esta enfermedad entra en contacto con estos animales vuelve a la realidad. Todo un descubrimiento.