Hasta ahora básicamente existen dos formas de tratar un cáncer: bombardear el tumor con fármacos o eliminarlo con cirugía.
La segunda opción es muy común, pero no siempre es muy exitosa y los médicos se encuentran con frecuencia con la dificultad de saber dónde termina el tumor y dónde empieza el tejido sano.
Para garantizar el mayor éxito posible, los cirujanos con frecuencia retiran el tejido que rodea al tumor, pero aun así hay células cancerígenas que pueden escapar del bisturí, lo que implica una segunda operación.
Ahora, una nueva tecnología desarrollada en Estados Unidos permite que los cirujanos "vean" qué células son cancerígenas y cuáles no. Esto aumenta las probabilidades de que se pueda eliminar todo el tumor en una sola intervención.
"La tecnología es bastante sorprendente, casi como tener un microscopio que te guíe en la sala de operación", le explica al programa Health Check de la BBC el doctor Ryan Fields, uno de los cirujanos que participan en la prueba piloto del dispositivo.
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A los pacientes que participaron en la investigación se les inyectó un tinte antes de la cirugía, que tenía un péptido -una proteína pequeña- que busca y se adhiere a células cancerígenas.
Estas células con el tinte emiten una luz que no se puede ver a simple vista, pero sí con la ayuda de los sensores en los lentes que utilizaron los cirujanos.