*.- Los padres reciben la información imprescindible para resolver las crisis y actuar ante una urgencia
*.- El 70% de los 250 menores a los que cada año se diagnostica un tumor en Catalunya se curan .
ÀNGELS GALLARDO / BARCELONA
Domingo, 22 de febrero del 2015
Sergio juega en la Casa dels Xuklis, de Barcelona, domicilio de su familia mientras dura el tratamiento.
Saben que si su hijo, con un diagnóstico de cáncer, supera los 38 grados de fiebre a media noche han de salir corriendo en dirección al hospital, porque el niño sufre neutropenia activa, una peligrosa pérdida de neutrófilos que le impide defenderse de la infección por la que le está subiendo la temperatura. Saben también que si son solo unas décimas, pero el pequeño no come y está pálido, posiblemente esté anémico y conviene telefonear al oncólogo para explicárselo, aunque sin tanta prisa. Conocen todo lo imprescindible para actuar de inmediato. El diagnóstico de cáncer a un niño de 15, 10, 5 años, o incluso 3 meses, transforma la vida de sus padres y...