Grifols Appoints Executive Chairman As Seeks To Speed Recovery .
Se trata además de la primera persona ajena a la familia Grífols a la que corresponda llevar las riendas del laboratorio fundado en 1940.
Mayer, Estadounidense de 62 años, es Consejero de Grifols desde 2011 Como Independiente .
Tiene Experiencia en la Gestión de la Compleja Industria de los Medicamentos Plasmáticos Porque Dirigió el Equipo que Adquirió y Gestionó la Estadounidense Talecris tras su escisión de Bayer . Cuando la multinacional catalana dio el salto al otro lado del Atlántico y compró esa empresa hace 11 años, el ejecutivo se incorporó al consejo. Es doctor en Derecho por Harvard y también ha sido profesor de esa universidad y de la de Princeton.
El Perfil elegido del nuevo líder de la empresa cotizada en el Ibex 35, refrendado por unanimidad en el consejo de administración, es eminentemente financiero. Según el comunicado de la empresa, Mayer ha formado parte de consejos de administración de más de 30 empresas cotizadas y fue hasta 2018, director general sénior, co-responsable de private equity y presidente del comité de inversiones de Cerberus, uno de los mayores fondos del mundo.
“He Pasado la Mayor Parte de mi Vida Liderando Grifols" .
Hoy es una compañía sólida y en buenas manos, por lo que es el momento de retirarme", aseguró el hasta ahora presidente en el comunicado de la empresa. El veterano ejecutivo permanecerá en el consejo como dominical, ya que su familia es accionista de referencia del laboratorio. Igualmente, ha sido nombrado presidente de honor.
Cambio en la Estructura
El hasta ahora presidente de Grifols, perteneciente a la tercera generación de la empresa familiar, cedió el mando ejecutivo en 2017 a su hijo Víctor y a su hermano Raimon, y ambos fueron nombrados co-consejeros delegados. De esta forma, quedó sin funciones directivas.
Ahora, con la nueva estructura organizativa, los dos consejeros delegados tendrán por encima un presidente con funciones ejecutivas.
La llegada de un presidente ejecutivo con amplia experiencia en el mercado de capitales global, puede interpretarse como un movimiento para solucionar su problema de endeudamiento y, tal vez, la búsqueda de capital para la compañía.
El problema del fabricante de hemoderivados es la deuda que arrastra en Bolsa a la compañía. El fabricante de hemoderivados ha disparado su deuda financiera neta hasta los 8.994,1 millones de euros y la ratio de apalancamiento se sitúa en nueve veces el ebitda, con datos del primer semestre. Esta ratio ha aumentado por la compra de su rival alemana Biotest, por la consideración de deuda del capital inyectado por el fondo soberano de Singapur GIC en una filial en EE UU y por el impacto de la pandemia de Covid-19 en el negocio.
Los inversores no acaban de ver una solución inmediata a la elevada deuda sin que haya una ampliación de capital, lo que se suma al lastre de la acción.
La pasada semana, la compañía anunció cambios en la dirección, sin detallar los nombres para calmar a los mercados, después de perder en Bolsa un 70% desde máximos de febrero de 2020. Los dos nuevos ejecutivos que Grifols va a fichar adicionalmente irán a las nuevas unidades de negocio de biopharma (la principal actividad, la de venta de hemoderivados) y de recolección de plasma. En la última reorganización avanzada antes de verano, el laboratorio liderado por la familia Grífols señalaba la creación de estas unidades, que engloban la comercialización y los procesos productivos. De esta forma, la empresa busca reforzar esas posiciones claves.