Un pequeño pero riguroso ensayo clínico realizado recientemente en Argentina y cuyos resultados han sido publicados en la revista New England Journal of Medicine, revela que el uso de plasma sanguíneo extraído de pacientes recuperados de Covid-19 puede evitar que los adultos mayores infectados cursen la enfermedad de forma grave. Un objetivo sobre el que los investigadores recalcan que únicamente reporta resultados si la administración se produce en los primeros días desde el momento en el que se produce la infección.
Nos encontramos ante el primer estudio que ha conseguido ofrecer sólidos hallazgos sobre este tratamiento experimental que en Estados Unidos recibió la aprobación con carácter de emergencia por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) ante las presiones de Donald Trump.
Miles de personas han recibido infusiones de plasma en los meses posteriores mientras los investigadores esperaban datos más concluyentes sobre la eficacia real de este tratamiento. Y es precisamente este ensayo clínico uno de los primeros que lo ha conseguido. El plasma de pacientes convalecientes (líquido de color amarillento que resulta tras la eliminación de la sangre de los glóbulos rojos y blancos) contiene una gran cantidad de anticuerpos.
En 80 personas, la administración del plasma redujo el riesgo de desarrollar Covid-19 grave en el 48% de los casos, en comparación con otro grupo de 80 pacientes que recibió una solución salina
En el momento en el que la FDA emitía su autorización de emergencia para su administración en pacientes hospitalizados por Covid-19, la poca evidencia científica existente apuntaba a que el plasma sanguíneo de personas convalecientes podía ayudar a los nuevos infectados a combatir el SARS-CoV-2. Los beneficios de este tratamiento parecían limitados en gran medida a los pacientes a los que se les administraron las infusiones de plasma dentro de los tres primeros días posteriores al diagnóstico de la infección y no habían desarrollado un cuadro sintomatológico grave.
El nuevo estudio, dirigido por el doctor Fernando Polack, médico especialista en enfermedades infecciosas pediátricas y director científico de la Fundación INFANT Argentina, explica en The New York Times los beneficios hallados en su investigación.
REDUCE EL RIESGO EN EL 48% DE LOS CASOS
En 80 personas, la administración del plasma redujo el riesgo de desarrollar Covid-19 grave en el 48% de los casos, en comparación con otro grupo de 80 pacientes que recibió una solución salina. Destaca que los parámetros empleados en el desarrollo del estudio han sido muy estrictos: todas las personas participantes en el estudio tenían al menos 65 años ya que este es el grupo poblacional que presenta una mayor posibilidad de cursar la Covid-19 de forma grave.
Administrar la terapia de forma tardía es como “permitir que un ladrón saquee una casa durante horas y después llamar a la policía”. “Una dosis temprana tiene el potencial de cortar de raíz una infección floreciente”
Aproximadamente la mitad de los participantes también presentaban patologías previas que los hacían más vulnerables al virus. La terapia basada en el plasma, evaluada para asegurar que contenía un alto nivel de anticuerpos, siempre fue administrada dentro de las primeras 72 horas desde el diagnóstico de Covid-19 en el momento en el que comenzaban a mostrarse los síntomas.
El doctor Polack asegura que administrar la terapia de forma tardía es como “permitir que un ladrón saquee una casa durante horas y después llamar a la policía”. “Una dosis temprana tiene el potencial de cortar de raíz una infección floreciente”.
Otros ensayos se han centrado en los efectos del plasma de pacientes que han superad la Covid-19 en pacientes infectados. Muchos han fracasado ya que sus resultados no obtuvieron resultados concluyentes que demostrasen que este tratamiento acelerase la recuperación de los pacientes o redujese la mortalidad, contradiciendo de esta forma la autorización de emergencia de la FDA para su administración en pacientes hospitalizados por Covid-19.
Algunos expertos indican que los beneficios del plasma obtenido de pacientes convalecientes pueden ser difíciles de estudiar y aprovechar ya que las enfermedades de las personas se encuentran demasiado avanzadas cuando buscan atención médica, lo que dificulta estudiar cómo puede ayudar esta terapia al requerirse marcos temporales de administración tan reducidos y que condicionan sin excepción su aplicación.
Una de las grandes ventajas del plasma sobre la terapia de anticuerpos monoclonales (elaboración sintética que se fabrica en masa en laboratorios enfocada a uno o dos tipos de anticuerpos en vez de a la gran cantidad producida de forma natural por el sistema inmune) es que el coste de la extracción del plasma de pacientes convalecientes es mucho menor, siendo una gran opción para países con medianos o bajos ingresos concluye el doctor Polack.