GUADALAJARA, Jal., 10 de mayo de 2020.-
Aunque No Existen Cifras Concretas, la Estimación de los Especialistas es que Uno de cada 115 Niños Nace con Trastorno del Espectro Autista en México, desde los más severos hasta los muy funcionales, lo que tienen en común todos ellos es la indispensable necesidad de un acompañamiento, apoyo y cariño para que logren ser adultos funcionales y felices.
Es ahí donde aparecen las verdaderas heroínas, las que enfrentan esta discapacidad social con valentía y optimismo, las que no dejan que les digan que sus hijos son problema, están enfermos, son berrinchudos o están mal, las mamás que viven el autismo como propio, porque van de un lado a otro a diferentes tipos de terapias, deportes, artes, escuelas especiales, al DIF, a SALME, al IMSS y a todos los lugares donde les proporcionen herramientas para ayudarlos a mejorar su calidad de vida.
Lo curioso es que ni siquiera sienten que merezcan un reconocimiento, consideran que es muy natural terminar agotada, desaliñada y a veces hasta desmoralizadas por las muchas veces que les han dicho que no en una escuela, que las mandan llamar los maestros para quejarse, que su propia familia les da la espalda.
“Es todo un reto a veces, a veces es muy divertido, por todas las cuestiones con las que te salen, a veces te sobrepasan, por su manera de ver el mundo, por su lógica, pero en general ha sido una experiencia muy bonita, lo más difícil es que acepte la diferentes formas de pensar, la tolerancia me cuesta mucho”, explicó Samantha. ...