En A Coruña, 22 de mayo de 2020 .
Pharma Mar Navega a Contracorriente. La compañía presidida por José María Fernández de Sousa lidera las subidas de la bolsa española tras dispararse un 54,9% en lo que va de año tras aprovechar su contrato estrella con el Zepsyre en Estados Unidos, los kits de su filial Genómica para la detección del Covid-19 y las esperanzas depositadas en su fármaco contra el coronavirus: el Aplidin.
Estos tres factores han llevado en volandas a las acciones de la compañía, que ya cotizan por encima de los 5,5 euros (niveles no vistos desde el año 2007, antes del estallido de la crisis económica) y que se desmarcan del desplome generalizado de prácticamente todos los valores del Ibex 35. El índice se deja un 30% en los cinco primeros meses del año y tan solo cuenta con dos compañía en positivo (Cellnex y Viscofan, que se revalorizan un 32,2% y un 23,6%, respectivamente).
Esta situación provoca que Pharma Mar ya vislumbre en el horizonte un hipotético regreso al Ibex 35. La compañía abandonó el selectivo español de referencia en 2005, cuando todavía cotizaba como Zeltia y Pharma Mar, que por aquel entonces era solo una filial del grupo, compartía protagonismo en la cuenta de resultados con un negocio químico encabezado por Xylazel, Zelnova o Cooper Zeltia.
¿REGRESO 15 AÑOS DESPUÉS? .
Ahora, quince años después, Pharma Mar gana enteros para un regreso. La compañía ocupa el puesto número 48 en el ránking de empresas del Mercado Continuo con mayor valor en bolsa. Sin embargo, escala hasta el trigésimo sexto puesto cuando se ajusta su capitalización al porcentaje de acciones que cotizan libremente en el mercado (free float).
Se trata de uno de los criterios empleados por el Comité Asesor Técnico del Ibex 35 a la hora de realizar sus revisiones trimestrales y que, en este caso, lleva a Pharma Mar a las puertas del Ibex 35 al ser una de las compañías con Mayor Free Float. Y es que la compañía tiene a José María Fernández de Sousa y a Sandra Ortega como principales accionistas (con una participación directa del 6,43% y el 5%, respectivamente), seguidos de Montserrat Andrade (mujer de Fernández de Sousa) y Pedro Fernández Puentes (vicepresidente de Pharma Mar), con un 4,65% y un 4,49%, quedando un 73,9% libres de negociación en bolsa.
El porcentaje supera al de otras empresas que le superan en la clasificación de valor en bolsa, como Euskaltel (capitaliza 25 millones más, pero tiene un free float del 38%), Gestamp (27,4%), Rovi (30,6%) o Acerinox (58,7%). De esta forma, Pharma Mar cuenta con un volumen de acciones en bolsa con un valor de mercado 909,7 millones de euros (excluyendo aquellas que son propiedad de sus accionistas significativos), lo que representa un 0,21% de la capitalización total del Ibex 35. El comité de expertos del índice sitúa en el 0,3% el requisito mínimo para acceder al índice, que en estos momentos tan solo cumplirían 31 valores de la bolsa española.
OLEADA DE COMPRAS .
Además de los criterios de capitalización y de Free Float, que buscan filtrar a aquellas compañía de mayor tamaño, el comité asesor del Ibex 35 también guía las decisiones que toma en sus reuniones trimestrales en función de otra variable: el volumen de contratación.
Lo que se busca es a compañías que hayan aumentado su contratación en bolsa en el último mes y que ocupen posiciones en la parte alta de la clasificación, como es el caso de Pharma Mar. La empresa capitaneada por José María Fernández de Sousa cerró el mes de abril como la vigésima con mayor volumen de contratación en toda la bolsa española, superando, entre otros, a Sabadell, Bankia, Mapfre o Merlin Properties. Movió un total de 284,88 millones de euros, casi una cuarta parte de su capitalización bursátil (1.231 millones de euros), en un mes marcado por la autorización del ensayo clínico en fase I del Aplidin por parte de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS).
La compañía ya ha iniciado las pruebas de este fármaco en pacientes con Covid-19 de tres hospitales madrileños. Según los cálculos de la firma, no será hasta julio o agosto cuando se dé luz verde a una hipotética fase II del ensayo, que se alargaría otros “seis u ocho meses”, postergando así la posible aprobación del fármaco hasta, como mínimo, comienzos del 2021.