No deja de asombrar la evolución de la innovación tecnológica que avanza a velocidades de vértigo. Hace relativamente pocos años Internet compartía la línea de voz y, en muchas ocasiones, o se optaba por navegar o por hablar, siendo ambas actividades prácticamente incompatibles. Y sin embargo hoy ya se habla de la conectividad 5G, una velocidad de infarto para compartir todo tipo de datos. De estos avances todos nos felicitamos y deseamos ser partícipes; estas innovaciones se hacen visibles de manera constante y están a disposición de todo el mundo. De lo que ya no nos congratulamos es del imparable avance del Alzheimer en nuestras sociedades. Porque el Alzheimer, además de ser una cruel enfermedad neurodegenerativa, es un problema sociosanitario de primera magnitud que no sólo afecta al paciente, sino a la familia y, por extensión, al conjunto de la sociedad. ...