Pablo tiene seis años y le diagnosticaron autismo a los dos años y un mes. Normalmente suelen ser los propios padres los que detectan que algo no va bien en sus hijos, pero no fue así en el caso de Pablo, ya que fue un psicólogo, amigo de la familia, el que les avisó. “Notábamos que le costaba mucho hablar pero al desarrollar el resto de capacidades bien, pensamos simplemente que tardaría un poco más que el resto”, explica su madre María Elena Alguacil Ramírez.
...