Acaba de iniciar su mandato al frente de los oncólogos europeos con una meta: reducir «el desorbitado precio de los medicamentos». Aunque es optimista con el progreso de la investigación y apuesta por el desarrollo de la biopsia líquida, «soy escéptico» si hablamos de erradicar la enfermedad .
Belén V. Conquero . 4 Febrero 2018 .
Este oncólogo de amplia sonrisa, trayectoria envidiable y «parlanchín» con sus pacientes –a todos les avisa de su capacidad para «enrollarse»– visita cada día a decenas de pacientes entre el Hospital Vall d’Hebron, donde dirige el servicio de Oncología, y el Instituto Oncológico Baselga (IOB). Para él, el trato con cada enfermo es prioritario.
–¿Existe la fórmula perfecta para decirle a una persona que tiene cáncer?
–No, es el sentido común porque cada persona necesita una distinta. Algunas quieren una información más dirigida, otras más a plazos. Yo hablo mucho. El 95% de la gente quiere saber. A veces sólo necesitan que les diga si lo que hacen está bien o mal, pero que no les explique más. Es importante que entiendan la enfermedad: si a una persona que tiene cáncer de colon no le dibujas el órgano, no sabría situarlo.
–¿Es importante ser directo?
–Hay que ser transparente y no mentir. Se pilla antes a un mentiroso... Lo peor que le puede pasar a un enfermo es que sienta que no puede confiar en el médico ni en la familia.
–¿Qué importante es que la comunicación sea fluida para no caer en pseudociencias?
–Cuanto más comuniquemos nosotros, menos probabilidades hay de que los enfermos caigan en tratamientos que no sean efectivos. La medicina integrativa es un gran mundo. Hay cosas que pueden ser beneficiosas para ayudar a llevar los tratamientos, pero también hay otras que no tienen evidencia y mucho peor... que pueden ser lesivas o contraproducentes con los medicamentos. Pero el enfermo se agarra a un clavo ardiendo y busca a estos profesionales, que tienen una mejor comunicación, aunque lo que ofrezcan no sea útil.
–¿Ha recomendado tratamientos sin evidencia alguna vez?
–Siempre lo que intentamos hacer es basado en la evidencia y si no la hay lo comentamos. Puedes decir: «Yo haría esto, pero no está escrito en los libros». Esto puede ser por muchos motivos: porque la investigación no ha avanzado lo suficiente, o se necesitan tantos pacientes con esta enfermedad que no los hay. Pero siempre debemos intentar hablar con evidencias.
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