Publicado por Clínica Universidad de Navarra el may 18, 2017
Los tumores hepáticos (hígado) primarios suponen la segunda causa de muerte por cáncer en el mundo. El hepatocarcinoma es el más frecuente con una estimación de 800.000 nuevos casos cada año. España tiene un área de incidencia media con 5-10 casos por cada 100.000 habitantes y año. Este tumor aparece fundamentalmente en pacientes que padecen cirrosis debida a infecciones virales crónicas (por los virus de la hepatitis B y C) o al consumo excesivo y continuado de bebidas alcohólicas.
Hasta la fecha, indica el Dr. Sangro, director de la Unidad de Hepatología de la Clínica Universidad de Navarra, “solo se dispone de un fármaco, sorafenib, que haya conseguido demostrar la prolongación de la supervivencia de los pacientes con este tumor, pacientes que no son candidatos a tratamientos como la cirugía o las terapias intraarteriales”. Recientemente, otro fármaco llamado regorafenib ha demostrado ser eficaz cuando la enfermedad progresa, en un grupo seleccionado de pacientes. Sin embargo, tanto sorafenib como regorafenib “pueden tener efectos secundarios relevantes por lo que el descubrimiento de otras terapias sistémicas eficaces es una prioridad”.
La aparición de un tumor maligno supone de alguna manera el fracaso del sistema inmunológico de defensa del organismo. Según afirma el Dr. Melero, codirector del Servicio de Inmunología e Inmunoterapia de la Clínica, esta circunstancia se debe, en parte, “a que las células del tumor y su microambiente generan señales que apagan la actividad del sistema inmune. Los llamados “checkpoint inmunológicos”. Se trata de moléculas que producen este tipo de señales negativas. ”Los inhibidores de estas moléculas “checkpoint” han revolucionado el tratamiento del cáncer por ser activos frente a una gran variedad de tumores”, apunta el especialista.
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