Por: Evgeny Morozov .
Dos acuerdos recientes acaban de revelar que la industria tecnológica y la farmacéutica hacen buenas migas. Y esto, según Evgeny Morozov, intelectual y autor del libro El desengaño de Internet, podría acarrear más peligros que buenas intenciones. Cubadebate reproduce el artículo que el investigador ha publicado en The Guardian:
Las posibilidades de que, en unos pocos años, la gente sería capaz de recibir asistencia sanitaria básica sin interactuar con una compañía de tecnología, se hicieron considerablemente más pequeñas después de los recientes anuncios de dos asociaciones interesantes, pero no del todo impredecibles.
Una es entre Alphabet, la compañía matriz de Google, y el gigante farmacéutico GlaxoSmithKline. Los dos se han puesto de acuerdo para formar una compañía a un costo de 715 millones de dólares para centrarse en el nuevo campo de la bioelectrónica, lo que implica el desarrollo de implantes eléctricos en miniatura capaces de tratar una serie de enfermedades crónicas.
El otro anuncio fue el resultado de un importante estudio de marcadores genéticos asociados con la depresión. Fue el producto de la colaboración entre 23andme, una empresa para el estudio de la genética respaldada por Google, y Pfizer, un gigante de los productos farmacéuticos. Se trata del mayor estudio de este tipo, sobre la base de datos de ADN de más de 450.000 clientes de 23andMe, una escala muy útil para empresas como Pfizer.
Ambas colaboraciones se basan en una lógica aparentemente sólida: las empresas de tecnología tienen grandes cantidades de datos personales nuestros, pero saben muy poco acerca de la salud y no tienen mucha credibilidad en esa industria – con el público o con los reguladores.
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