03 febrero 2016

Más vale prevenir que curar: Los 10 síntomas del cáncer que pueden pasar desapercibidos .


Publicado: 1 feb 2016 /// Reuters.

Queremos creer que conocemos los síntomas del cáncer, pero no es así. Por eso los expertos quieren concienciar a la gente de los síntomas tempranos menos conocidos de esta enfermedad.

Un bulto en el pecho, una repentina pérdida de peso o sangre en las heces son entre otras algunas señales tempranas del cáncer que seguramente mucha gente no conoce. Es por esa razón por la que un equipo de investigadores oncológicos del Reino Unido quiere animarles a ser conscientes y prestar más atención a los síntomas menos conocidos y así informar cuanto antes a los médicos de cabecera, informa 'The Telegraph'.

"Es necesario que la gente preste atención a los cambios en su organismo e informe de ello a su médico", indica Peter Johnson, profesor de medicina oncológica en la Universidad de Southhampton y médico principal de la fundación Cancer Research UK. "No prestamos la atención necesaria a nuestros cuerpos, a lo que debe ser normal en nosotros, por lo que ignoramos síntomas menores que frecuentemente pueden ser causados por un cáncer temprano", explica Johnson, en referencia a manifestaciones del funcionamiento de nuestro cuerpo que detectadas a tiempo en sus etapas prematuras pueden ayudar a curar el cáncer.

¿Qué síntomas no debemos ignorar?

En la lista de los síntomas de cáncer que no deben ser ignorados se encuentra la ronquera o voz ronca persistente, característico de cáncer de cabeza, cuello o pulmón. Una fuerte sudoración nocturna puede ser síntoma de linfoma, así como una permanente pirosis o acidez estomacal indicaría un posible cáncer de páncreas o de ovarios.

También los dolores en la zona media de la espalda, los problemas para orinar, la descarga de secreciones rosas tras la menopausia o los problemas al tragar pueden ser manifestaciones de enfermedades cancerígenas. Otros síntomas a tener en cuenta son las deposiciones líquidas o diarrea crónica, las úlceras bucales y las llagas que no se curan en dos o cuatro semanas, señal característica de los principios de un cáncer de piel.