El de tiroides es "uno de los tumores con mejor pronóstico". Sin embargo, mientras Juliana (de 31 años) escuchaba estas palabras cuando su médico le transmitía el diagnóstico (hace ahora dos años), ella no podía dejar de pensar sólo en una: 'cáncer'. "Me preguntaba si podría haberse extendido o si mi tumor sería justo de los que no evolucionaría bien [...] Hasta que no vi que había desaparecido, no me quedé tranquila". Y hoy, además de aliviada, se encuentra felizmente embarazada. Ha dicho adiós al cáncer y empieza a 'abrazar' una nueva vida.
Casos como el de Juliana, unos 2.000 al año en España, lo que supone una incidencia anual de 3,8 por cada 100.000 españoles; en el mundo, entre 0,5 y 15. Según las estadísticas, casi dos de cada tres afectados son menores de 55 años. La buena noticia es que "el 90% de los pacientes tiene un excelente pronóstico y se cura", afirma Juan Carlos Galofré, del departamento de Endocrinología y Nutrición de la Clínica Universidad de Navarra (Pamplona) y coordinador del Grupo de Trabajo de Cáncer de Tiroides de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (TiroSEEN).
Se desconocen las causas precisas de la mayoría de los cánceres de tiroides. Influye el sexo (es más frecuente en las mujeres), la edad, una alimentación con exceso o escasez de yodo, la radiación... Existe evidencia científica que asocia este último desencadenante al cáncer de tiroides. Varios estudios han mostrado un mayor riesgo de este tipo de tumor en niños y adultos debido a la radiación de armas nucleares o accidentes en plantas energéticas, como el de Chernobyl (en 1986).
"Aproximadamente el 5% de los casos de cáncer de tiroides se debe a factores genéticos", afirma el especialista de la SEEN. Es decir, determinados cambios en el ADN de una persona hacen que las células del tiroides se conviertan en cancerosas. Dicha alteración genética se puede heredar. Precisamente el tumor de Juliana responde a este factor.
Entre los antecedentes de cáncer en su familia, destaca el tumor del hueso en la rodilla de su prima. Además, "hace 10 años, mi hermana tuvo el mismo cáncer que yo (cuando tenía 25 años, ahora tiene 35)". La prima de Juliana también sufrió cáncer de tiroides. Fue entonces cuando los médicos decidieron "hacernos un chequeo a toda la familia". Son cuatro hermanas. Aparte de la afectada, dos de ellas no mostraron indicios de tumor. Por el contrario, las pruebas médicas de Juliana evidenciaban nódulos y un tamaño grande de la tiroides. "Tanto a mí como a mis hermanas nos dijeron que teníamos que tomar Eutirox (para regular la función tiroidea) como prevención". Desde aquel momento, "las revisiones (análisis de sangre y acografía de la tiroides) eran anuales para comprobar la evolución de los nódulos".
Entre los antecedentes de cáncer en su familia, destaca el tumor del hueso en la rodilla de su prima. Además, "hace 10 años, mi hermana tuvo el mismo cáncer que yo (cuando tenía 25 años, ahora tiene 35)". La prima de Juliana también sufrió cáncer de tiroides. Fue entonces cuando los médicos decidieron "hacernos un chequeo a toda la familia". Son cuatro hermanas. Aparte de la afectada, dos de ellas no mostraron indicios de tumor. Por el contrario, las pruebas médicas de Juliana evidenciaban nódulos y un tamaño grande de la tiroides. "Tanto a mí como a mis hermanas nos dijeron que teníamos que tomar Eutirox (para regular la función tiroidea) como prevención". Desde aquel momento, "las revisiones (análisis de sangre y acografía de la tiroides) eran anuales para comprobar la evolución de los nódulos".
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