MADRID, 19 (EUROPA PRESS) .
Lenalidomida, registrado por Celgene con el nombre de 'Revlimid', mejora en 8,7 meses la supervivencia libre de progresión, frente a los 5,2 meses de la terapia elegida por el especialista, en pacientes con linfoma de células de manto en recaída o refractario (LCM), según ha mostrado el estudio 'MCL-002' ('SPRINT'), presentado por la compañía biotecnológica Celgene durante el 20º Congreso de la Sociedad Europea de Hematología (EHA), celebrado en Viena.
Este estudio en fase II multicéntrico, abierto y aleatorizado que compara lenalidomida, comercializado por Celgene como 'Revlimid', con la terapia elegida por el investigador del estudio (IC, por sus siglas en inglés) en estos pacientes.
En el estudio, en el que participaron 254 pacientes aleatorizados en una proporción 2-1 para recibir lenalidomida o una terapia única con citarabina, rituximab, gemcitabina, fludarabina o clorambucilo. El objetivo primario del estudio fue la supervivencia libre de progresión (SLP), definida como el tiempo transcurrido desde la aleatorización, hasta la progresión de la enfermedad o muerte debida a cualquier causa. Los objetivos secundarios, incluida la calidad de vida relacionada con la salud (QoL), fueron analizados de manera exploratoria.
En este sentido, la mediana de la supervivencia libre de progresión mejoró significativamente con lenalidomida en comparación con IC. Asimismo, un análisis exploratorio pre-específico analizó la SLP en subgrupos basada en terapias anteriores y mostró que lenalidomida aporta una reducción del riesgo de progresión o muerte, en comparación con el resto de terapias incluidas en el estudio.
En comparación con lenalidomida y teniendo en cuenta el pequeño número de pacientes por cada grupo, la reducción del riesgo en SLP fue del 22 por ciento en comparación con rituximab, del 56 por ciento en comparación gemcitabina, del 42 por ciento en comparación con fludarabina, del 43 por ciento en comparación con clorambucilo y del 8 por ciento en comparación con citarabina.
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19 junio 2015
El síndrome de Laron es una rara enfermedad hereditaria que produce una deficiencia en el crecimiento. Pero también es el origen de una interesante inmunidad al cáncer y a la diabetes. Y la cosa no acaba ahí.
Cuando Zvi Laron describió en 1966, tras ocho años de estudio, las características de esta extraña enfermedad no se imaginaba las implicaciones que podía tener. El síndrome de Laron es extraño en todos sus aspectos. Provoca un tipo único de deficiencia en el crecimiento totalmente diferente a la acondroplasia, es decir al acortamiento de las extremidades. Afecta a un número muy reducido de personas en todo el mundo. Y una tercera parte de ellas viven en la provincia de Loja, Ecuador. Además, según se mostró en 2011, los afectados por el síndrome de Laron parecen inmunes al cáncer y a la diabetes. ¿Qué secretos guarda esta extraña enfermedad?
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Las Pastillas para dormir triplican el riesgo de Cáncer de Pulmón .
Las pastillas tomadas por millones de personas en todo el mundo para poder dormir podrían triplicar el riesgo de cáncer de pulmón, según advierte una investigación realizada a lo largo de los últimos 20 años por científicos de Noruega, Finlandia y Reino Unido. El estudio advierte que la toma de los fármacos de manera regular está vinculado a una mayor tasa de tumores mortales.
Los resultados de cerca de 30.000 personas también revelaron que aumentan el riesgo de tumores cancerígenos en la boca, la nariz y la tráquea. Aquellos que utilizan regularmente las pastillas para dormir por lo menos dos veces a la semana tenían casi dos veces y media más probabilidades de desarrollar cáncer de las vías respiratorias que los que no las utilizaban. Los que tomaban los fármacos durante tres años o más, el riesgo se triplicaba. La investigación no prueba que las píldoras sean cancerígenas, pero advierte que "la investigación necesita más test para determinar si los medicamentos para dormir aumentan el riesgo de cáncer".
Los resultados de cerca de 30.000 personas también revelaron que aumentan el riesgo de tumores cancerígenos en la boca, la nariz y la tráquea. Aquellos que utilizan regularmente las pastillas para dormir por lo menos dos veces a la semana tenían casi dos veces y media más probabilidades de desarrollar cáncer de las vías respiratorias que los que no las utilizaban. Los que tomaban los fármacos durante tres años o más, el riesgo se triplicaba. La investigación no prueba que las píldoras sean cancerígenas, pero advierte que "la investigación necesita más test para determinar si los medicamentos para dormir aumentan el riesgo de cáncer".