El Hospital Garrahan anunció el descubrimiento de un nuevo biomarcador molecular que permite detectar mínimas cantidades de células tumorales del retinoblastoma, el cáncer ocular más frecuente en la infancia. El avance permite atacar con mayor precisión los casos de metástasis del tumor, que tiene uno de los índices más bajos de curación en el mundo.
El descubrimiento del biomarcador CRX es el resultado de un trabajo de más de siete años entre el Garrahan, la Universidad de Quilmes y el Conicet, y, como informó el hospital, cambia la forma de tratar los casos de retinoblastoma en los niños una vez que el tumor ya está avanzado. El nuevo biomarcador ya comenzó a usarse en otros centros del mundo.
"Un biomarcador es un indicador que permite detectar en forma muy precisa células tumorales en la sangre, médula ósea o líquido cefalorraquídeo a escala mínima. En este caso, puede detectar una en un millón; mientras que antes del descubrimiento la célula tumoral específica del ojo sólo podía detectarse en una proporción mucho menor, cuando el tumor estaba muy avanzado para lograr una cura", explicó el director del Instituto de Investigación del hospital, Guillermo Chantada.
El Biomarcador
Es la clave del hallazgo. Se define como un indicador que permite detectar en forma muy precisa células tumorales en la sangre, médula ósea o líquido cefalorraquídeo a escala mínima.