Por R.Rodríguez en A Coruña // 09/03/2015 .
Zeltia, como la mayoría de las farmacéuticas, no acostumbra a cobrar al momento. Y como le pasa a la mayoría de proveedores, las administraciones públicas tampoco suelen pagar de inmediato.
La compañía que preside José María Fernández de Sousa, en un momento dulce por la próxima entrada de su antitumoral en el mercado estadouinidense, anota con mimo en cada balance las deudas pendientes de los sistemas sanitarios de cada país que le ha solicitado productos o servicios. Incluso ofrece cifras diferenciadas por comunidades autónomas con un epígrafe en el que figura el rating de solvencia financiera de cada territorio. La mayoría de los pagos pendientes derivan de la comercialización de su producto estrella, el anticancerígeno Yondelis.
Como si de una metáfora de la crisis se tratara, la deuda de los países con Zeltia ha ido remitiendo en los últimos años. Alcanzó los 20 millones en 2012, se rebajó hasta los 15 el año siguiente y, a cierre de 2014, volvió a caer hasta los 12,2 millones. España ha estado entre los países cumplidores, rebajando su deuda a la tercera parte en ese mismo periodo. A cierre de ejercicio, la sanidad española adeudaba a Zeltia 2,5 millones, muy lejos de los 7.8 de 2012. Curiosamente, entre los mayores morosos de la farmacéutica está Alemania, con una cuenta pendiente de 2,7 millones, más del doble que hace un año.
Los mecanismos de liquidez del Gobierno
La subida en la lista de morosos de Alemania se debe fundamentalmente a que Italia y España, los países que tradicionalmente encabezaron el ranking, han hecho los deberes. Zeltia explica que ingresó 5,3 millones a lo largo de 2013 de las administraciones públicas españolas en el marco del plan de pago a proveedores activado por el Gobierno. En 2014 recibió otros 3,5 millones del sistema sanitario español, lo que explica la importante reducción de la deuda. Hay que tener en cuena que la compañía reclama los intereses de demora cuando es preceptivo.
Italia, que continúa debiendo algo más de 3 millones a Zeltia, siguió el camino de España y abonó en el curso pasado 6,5 millones. De esta manera, Alemania es el país en el que más aumentó la deuda, hasta situarse en los 2,7 millones (1,1 en 2013). También aumentó en Portugal, que debe a la compañía 1,6 millones.
Galicia también aparece en la lista, con una deuda de 92.000 euros.
Una decena de países
El resto de países tienen pendientes pagos menores a Zeltia. Entre ellos están Austria, Bélgica, Francia, Gran Bretaña, Luxemburgo y Holanda. La compañía no suele anotar provisones por estos asuntos, pues considera que las distintas administraciones, tarde o temprano, acabarán pagando. Los intereses de demora le aportaron un escueto plus de 367.000 euros el pasado año.