Jaime Prats // Valencia // 11 MAR 2015 -
La lucha contra uno de los tumores cerebrales más letales, el glioblastoma, ha encontrado un inesperado aliado en la toxina del tétanos. Al administrar la vacuna junto a un tratamiento que entrena al sistema inmunitario para atacar selectivamente a las células malignas, la supervivencia de los pacientes afectados por esta neoplasia tan devastadora se incrementa notablemente y puede llegar incluso hasta los cuatro años, cuando la media con el tratamiento convencional apenas supera el año de vida.
“Los resultados son excepcionales”, apunta Pedro Pérez Segura, de la Sociedad Española de Oncología Médica y especialista en tumores cerebrales. El trabajo -un ensayo clínico con 12 pacientes- lo han desarrollado investigadores del Duke Cancer Institute y lo publica la revista Nature.
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