MARÍA VALERIO /// Madrid 10/06/2014 .
En niños con graves problemas cardiacos, sus primeros años de vida pueden ser una sucesión de pruebas médicas con las consiguientes dosis de radiación. Aunque estos procedimientos no están exentos de riesgo, por el incremento del riesgo de tumores que pueden suponer en su vida adulta, un amplio análisis publicado en la revista Circulation lanza un mensaje tranquilizador.
Científicos de la Universidad de Durham (en Carolina del Norte), han analizado los historiales médicos de 337 niños menores de seis años que se habían sometido a algún tipo de operación por problemas de corazón (el 70% de ellos padecía algún tipo de cardiopatía congénita).
En estos pequeños, el uso de pruebas de imagen que funcionan con radiación (desde las radiografías hasta los TAC o los procedimientos de cateterismo que se siguen mediante un contraste desde el exterior) suele ser habitual antes y después de pasar por el quirófano; y de hecho la media de exámenes de estos pequeños ascendía a 17 pruebas por cabeza.
...