Vitoria-Gasteiz . 06/03/2014
Euskotren se ha disculpado ante el enfermo de Alzheimer que se perdió en el tranvía y ante sus familiares. El director adjunto de compañía, Gorka Ugalde, se reunió el pasado miércoles con las afectados del desafortunado incidente para trasladarles personalmente las disculpas en nombre de Euskotren por el trato recibido por parte del revisor y para explicarles que todo fue fruto de un malentendido.
Por supuesto, la empresa ferroviaria ha retirado al viajero la sanción impuesta que provocó, junto a las posterior reacción de Euskotren, la indignación y denuncia de los familiares, hechos que adelantó el digital local gasteizhoy.com.
El incidente sucedió el martes 21 de febrero, cuando el viajero y su mujer montaron en el tranvía de la línea Ibaiondo. Ella pagó el billete de ambos con la tarjeta y la guardó. Al llegar a parada en Lakuabizkarra y tratar de bajarse del tranvía, ella lo consiguió pero su marido se quedó rezagado entre el tumulto de gente que accedía y salía del vagón al mismo tiempo. Al no saber dónde apearse, el jubilado permaneció en el metro ligero hasta la última parada, donde le instaron a bajarse. Antes el revisor le pidió que le mostrara la tarjeta para comprobar que había pagado el trayecto. Él trató de explicarse dentro de sus posibilidades ya que se encontraba aturdido. El trabajador, lejos de indagar sobre las circunstancias que habían motivado el incidente, se limitó a imponerle una sanción de 21,35 euros por no llevar el billete consigo,y a dejarle solo en la parada de Ibaiondo. Minutos después, su mujer logró encontrar al anciano que vagaba por una campa cercana a la calle Duque deWellington.
La familia acudió posteriormente a las oficinas de Euskotren para exigir que se eliminara el recargo y denunciar que dejaran desatendida a una persona enferma e indefensa. Criticaron la falta de humanidad del trabajador. La empresa de transporte explicó que el revisor en cuestión no se percató de la enfermedad del viajero pero solicitaba a la familia, para retirar el importe de la multa un certificado de la dolencia del perjudicado. Esta reación indigno a los perjudicados. Finalmente todo ha quedado resuelto tras el encuentro entre ambas partes y la constantación de que lo sucedido fue fruto de un malentendido.