Laura Tardón Sánchez . Madrid - 11/03/2014 .
Corrían los años '90 cuando este bioquímico argentino, Gabriel A. Rabinovich (45 años), estaba terminando su tesina sobre las comunicaciones del sistema nervioso en la retina del pollo y ocurrió lo que los científicos llaman serendipity. "Estas cosas que aparecen cuando uno no las espera y a veces son las más interesantes". Junto a otros compañeros encontró una proteína (Galectina-1), "aparentemente nueva, que se presentaba muy aumentada en los tumores". Ahí empezó la historia de Rabinovich con una molécula que hoy en día considera su "hija" ("ha condicionado la historia de mi vida"), porque desde entonces ha dedicado todos sus esfuerzos a conocerla más y entender cuál es su papel en la evolución de los tumores, especialmente en los que se vuelven resistentes.
Después de casi un cuarto de siglo dedicado a ella y 180 investigaciones publicadas en diversas revistas científicas, el pasado mes de marzo Cell destinó su portada al último trabajo de Rabinovich. Le brindó ese honor a él, investigador senior, y a su equipo por haber identificado uno de los mecanismos responsables de que algunos tumores se hagan resistentes a las terapias convencionales y, además, abre la puerta a una posible vía para revertir dicho proceso. De momento, remarca Rabinovich en la única entrevista concedida en España tras su participación en el III Simposio de Inmunología para Oncólogos -organizado por el Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA) de la Universidad de Navarra-, "nuestros hallazgos los hemos visto sólo en ratones". Todavía no hay ensayos clínicos en pacientes.
P¿Qué tipo de tumores son más resistentes?
R.-En realidad no es el tipo de tumores sino que algunos se vuelven resistentes con las terapias antiangiogénicas. Durante la época de los '70 y '80 se vio que si uno podía privar de oxígeno y de nutrientes a los tumores (bloqueando un mediador crucial -VGEF- para la formación de vasos sanguíneos e inhibiendo así la formación de los mismos) se podía suprimir su progresión, su crecimiento y la metástasis. De hecho, esta vía de acción (terapia antiangiogénica -tratamiento inyectable a través de suero-) funciona muy bien en muchos tumores (como el carcinoma de colon, de hígado o de mama). Sin embargo, algunos de estos tumores que en un principio sí respondían, comienzan a hacerse resistentes. También hay tumores que intrínsecamente son bastante resistentes como los de pulmón y algunos linfomas...
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