De acuerdo con la demanda, los funcionarios de TEPCO sabían que el barco se encontraba en la zona contaminada durante la operación humanitaria en Japón tras el terremoto de marzo de 2011, pero no hicieron nada para advertir a los marineros, que quedaron expuestos a los altos niveles de radiación.
Decenas de tripulantes estadounidenses denuncian sufrir diferentes tipos de cáncer como resultado directo de su participación en la operación, ya que bebían agua contaminada y la utilizaban para preparar la comida.
Paul C. Garner, uno de los abogados de los marineros, explica que la primera demanda fue cancelada debido a la confusión jurisdiccional, pero que este años planean volver a someterla a la consideración de un tribunal.
En una entrevista con el periódico 'Navy Times', Garner recalca que existe una conexión innegable entre la misión de Fukushima y los tumores malignos, incluido cáncer de tiroides, leucemia y tumores cerebrales que actualmente padecen los tripulantes. "Es difícil de imaginar lo que están sufriendo ahora todas estas personas, que no más de 20 años de edad, y que tenían buena salud y ganas de vivir", dijo.