La Compañía Ganó 14 Millones hasta septiembre, apoyada en las ventas de su Antitumoral Yondelis .
R. Rodríguez .
La investigación médica y la comercialización de fármacos no es empresa sencilla. Requiere inversión y paciencia. Desde que Zeltia, la biotecnológica presidida por José María Fernández de Sousa, el hermano del ex presidente de Pescanova, se enfrascó en el desarrollo del antitumoral Yondelis, los números rojos han perseguido a la compañía. Cerró 2009 con pérdidas de 25,8 millones, al año siguiente marcó números rojos por valor de 7,35 millones, en 2011 perdió 1,3 millones y el año pasado presentó un resultado positivo de 3,2 millones, según consta en las comunicaciones de la empresa a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La compañía parece consolidar este año la línea ascendente. El grupo registró hasta septiembre un beneficio atribuible de 14 millones (el 64,9% más), impulsado por la mejora en las ventas de Yondelis (17,5% más). Va camino de marcar su mejor dato en la última década.
El anticancerígeno de la rama biofarmacéutica del grupo, Pharmamar, siempre pendiente de las autorizaciones de comercialización de las autoridades regulatorias, registra el 90% de sus ventas fuera de España. Zeltia facturó hasta septiembre por el fármaco 53,2 millones (un 7,2% más). Un dato notable, teniendo en cuenta que la cifra de negocio del grupo se movió en 2012 en los 138 millones.
Comercialización a tres bandas
Yondelis es el primer antitumoral de origen marino a nivel mundial. Se comercializa a través de la red comercial de PharmaMar en Europa. La división biofarmacéutica de Zeltia constituyó dos filiales el año pasado, en Italia y Alemania, para potenciar su apuesta en la rama oncológica, aunténtica alma del grupo.
Europa es territorio de Pharmamar, en el resto del mundo Zeltia se apoya en la farmacéutica norteamericana Johnson&Johnson. De la mano con J&J espera entrar en el mercado estadounidense, lo que supondría un espaldarazo económico de enorme magnitud para la compañía. Yondelis logró este año autorizaciones para comercializarse en Emiratos Árabes, Sudáfrica, Guatelama, Croacia y Turquía. En Estados Unidos se espera que el fármaco esté aprobado para su venta en 2015.
Otro territorio complejo es Japón. Allí, Zeltia opera con otro socio, Taiho Pharmaceuticals, encargado de desarrollar el compuesto para poder comercializarlo. Las autoridades reguladoras japonesas exigen ensayos clínicos de raza debido a las diferencias en el metabolismo.
Genómica desembarca en China
La vinculación de Zeltia y Yondelis es profunda. Hasta el punto de que los títulos del grupo han experimentado ascensos y descensos bruscos en función de las desventuras del fármaco con las autorizaciones. Pero el grupo es más amplio. La otra gran división la constituye el diagnóstico molecular de Genómica.
La empresa arrancó su proceso de internacionalización antes de la crisis, en 2007, y su diversificación geográfica le permitió amortiguar la caída del mercado europeo. Está presente en 35 países y acaba de desembarcar con una oficina de representación comercial en China. Allí quiere emular la experiencia americana de Genómica, donde concentra el 29% de sus ventas en el extranjero, sobre todo, en México y Brasil.
El diagnóstico clínico aglutina el 86% de la facturación de la empresa que alcanzó los 6,2 millones el pasado año. Las exportaciones representan el 32% de esta cifra. La relevancia que han adquirido las ventas exteriores motivó la decisión de crear una filial para la atención directa y expansión en el mercado Escandinavo (Genómica AB), donde Genómica ya está implantada.
La química también exporta
La estructura de Zeltia --tras la liquidación de Noscira, la sociedad con la que desarrollaba un fármaco contra el Alzheimer que acabó en fracaso—se completa con la división química, formada por Zelnova y Xylazel. Sin filiales ni oficinas comerciales en el extranjero, las realizan un 18% de sus ventas fuera de España.